El mal debut de Quinteros

El estreno de Gustavo Quinteros al frente de la Tricolor merece unas reflexiones.

Primero, ha quedado claro que el nuevo DT no es del gusto de todos, sobre todo de los que piensan que el estratega tiene proyectado pintar de azul eléctrico a la Tricolor y les exaspera la idea. Es una exageración, claro, pero es verdad que Quinteros debe tener cuidado de que sus señales no vayan por ese lado: el protagonismo que quiso darle a Miller, incluso enviándolo a patear el penalty a pesar de que era evidente de que estaba algo desenfocado del partido, es contraproducente. Salió mal y debe asumirlo.

Segundo, también es verdad que esto recién empieza y que las críticas no deben ser tan demoledoras; sin embargo, lo único objetivo es analizar el presente y lo visto con México no fue del todo bueno. Ecuador tiene arquero, gestación y la capacidad de presionar arriba, de volver intenso un partido.

Pero carece de defensas confiables (¡toda la línea de cuatro fue deplorable!) y, sin Énner, la definición se reduce prácticamente a cero. Culpa de Quinteros no es, hay un tema de fondo en esto, estructural, de formación; pero ahora es responsable de hallar la solución, sobre todo si cobra más que Rueda, quien sí le ganó a México en su debut. Sí, digámoslo sin miedo: fue un mal debut.

Tercero: Quinteros no debe sentir la presión de empezar de cero. La Tricolor no es Emelec. Cuando llegó al Ballet Azul, se halló con estupendos jugadores pero necesitados de un líder que recompusiera el juego colectivo y la confianza, tras tres subtítulos seguidos.

En la Selección no pasa eso, pues casi todos son gentes curtidas y que tienen claro cómo ganar en Quito, que es lo más importante. Los problemas son de otra índole, que no se arreglarán con el ‘sampaolismo’ sino con práctica, acuerdos y sentido común.

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