A paso rápido, con una gorra roja, un pantalón jean celeste del tipo pescador y un bolso negro, llega Freddy Román al restaurante ‘El Manglar de las Conchas’. Román, de 39 años, es su propietario desde hace ocho años.
Lo más vistoso de su pinta es la camiseta de Barcelona Sporting Club, que hace juego con las banderas amarillas colgadas desde el techo y los cuadros de todos los equipos que han conseguido campeonatos desde 1970.
Román llegó desde Santo Domingo de los Tsáchilas hace 22 años y 14 después puso a funcionar un restaurante de menestras y comida del mar ubicado en la avenida De La Prensa.
En su vida hay tres cosas importantes y todas ocupan el primer lugar: “Dios, su familia y Barcelona”. “Un barcelonista nace, no se hace, es un sentimiento más”, sentencia mientras organiza unas copas para una cena corporativa.
Artículos de prensa del BSC se exhiben en una de las salas del restaurante El Manglar de las Conchas. Foto: EL COMERCIO
Su vida, su trabajo, su familia le impiden ir a Guayaquil a ver la final del Campeonato. De todas maneras no podría entrar al estadio Capwell y deberá conformarse con alentar desde Quito. La capital ecuatoriana es cuna de una inmensa hinchada torera, tan grande que el domingo 14 de diciembre llenó el estadio Olímpico Atahualpa.
Román está acostumbrado a alentar al equipo desde la distancia. “Todo hincha quisiera estar en el estadio mirando a su equipo en su estadio”, agregó.
Cuadros de los campeonatos de BSC cuelgan de las paredes del restaurante de Freddy Bravo. Foto: EL COMERCIO
Tras el último empate del equipo de sus amores, Román aspira a que en el George Capwell el ‘torero’ se imponga al Emelec por 2-0. “En el 2012 que ganamos la estrella 14 organizamos una fiesta en este restaurante, esperamos que se nos de este domingo”.
Eso sí, se ha dado el lujo de recibir a jugadores y exjugadores toreros en su negocio. Ahí -recuerda- comieron
José Francisco Cevallos, Jimmy Montanero, Manuel Uquillas, Luis ‘el Chino’ Gómez, Hólger Matamoros (hoy Liga de Quito) y para prueba las fotos que están en el restaurante.
Cuadros de los campeonatos de BSC cuelgan de las paredes del restaurante de Freddy Bravo. Foto: EL COMERCIO