Tito Rosales Cox Editor deportivo trosales@elcomercio.com
Un buen ejemplo de administración de recursos económicos es el Independiente del Valle. Eso se refleja en los resultados en esta segunda etapa del Campeonato y también en las categorías inferiores, donde su infraestructura es la mejor del país.
Y son los directivos los que apostaron por un proyecto integral, en la que han incluido fútbol y educación. También se propusieron ser el club que aporte con futbolistas a todas las categorías de las selecciones. Ese primer paso que dio el grupo -liderado por el empresario Michel Deller- se sostiene. Y ahora se proyectan a consolidarlo con una probable clasificación a una final y después obtener un título.
El club del Valle, con un presupuesto austero, que no supera los USD 5 millones, con relación a los que manejan Barcelona, Emelec y Liga de Quito, es el mejor equipo del torneo. El salario más alto para un futbolista tiene el límite de USD 10 000. Es por eso que sus directivos no andan en apuros en cubrir demandas judiciales ni tapar huecos de malas administraciones, comunes en otros.
Una parte de la buena campaña también es administrada por su entrenador Pablo Repetto, quien en dos años ha llevado al club a las copas Libertadores y Sudamericana. El buen trabajo técnico, táctico y liderazgo del uruguayo impulsaron al Independiente. Él reforzó el proyecto de impulsar otros nombres de la cantera. Y una de las referencias es la carrera de Jonathan González, de 19 años, un mediocampista técnico que tiene mucho futuro. También dio espacios a Arturo Mina, Júnior Sornoza y Daniel Angulo, los cuales hoy son titulares. Su equipo juega de memoria, los futbolistas conocen cada movimiento sugerido por el DT. Esas cualidades tienen al club entre los favoritos para la final.
Otro de los méritos es que en las categorías menores tienen 70 chicos, desde los 12 años, que reciben educación, alimentación y viven en un complejo en Sangolquí, que tiene siete canchas reglamentarias.