Vizuete se cayó como un Dhruv

Sixto Vizuete se cayó como un Dhruv, de bruces y aparatosamente. Con algo de crueldad, el presidente de la Ecuafútbol anunció que no le dará la oportunidad de dirigir en la Copa América por el evidente papelón en el Sudamericano Sub 20.

Esto merece al menos unas pocas reflexiones.

1. Sixto debía salir
En lo deportivo, es una decisión correcta. Vizuete tenía en contra a una parte del plantel, como lo evidencia que Jefferson Montero le haya criticado sin miedo y en público desde Inglaterra. También contribuía al mal ambiente la ausencia de Antonio Valencia y Felipe Caicedo. Claro, era fácil para Vizuete descartar a estos últimos elementos con el pretexto de la renovación cuando estaban en mal momento luego del Mundial; pero ahora Valencia no solo que está recuperado sino que se ha superado en el United, con verdaderos partidazos; mientras que Felipao está en su mejor racha en varias temporadas, haciendo goles en cada presentación. Son demasiado importantes y pesados para que el equipo entero no se resienta por su ausencia, tanto en lo emotivo como en lo técnico. Cuando Vizuete no llamó a Montero y Valencia para su segunda tanda de amistosos, se sacó solito de la Tricolor.

2. El Sub 20

El fracaso de la Sub 20 en Uruguay tiene las culpas muy bien distribuidas y el entrenador lleva su parte, como es lógico. Pero es verdad que para la Ecuafútbol este papelón es una excusa perfecta para librarse de Vizuete sin remordimientos y buscar un entrenador con más feeling y jerarquía. Al parecer, la promesa de darle la oportunidad de un examen de graduación en la Copa fue un hervor, un exabrupto, un arrebato del momento. Pero, ya en frío, cumplir esta promesa resultaba de altísimo riesgo para la Tricolor pues, si Vizuete fallaba en Chile, ¿de dónde sacarían un DT para el inicio de las eliminatorias, que será en este próximo octubre? Para felicidad de los detractores de Vizuete, el desastre del Sudamericano les dio argumentos irrefutables para este despido intempestivo.

3. ¿Víctima del ingeniero?
Sí y no. Vizuete sabía perfectamente cómo se mueven las cosas en la Ecuafútbol y jugó sus cartas para regresar a la Tricolor por la puerta grande. Las jugó mal pues se hizo cargo de dos equipos, algo muy difícil de sostener en estos tiempos de alta especialización. Para colmo, se llenó de críticos de peso: ya no fueron solo los periodistas de siempre sino Agustín Delgado y Álex Aguinaga. Con este último se puso a pelear en pleno Sudamericano y a proclamar que le envidia sus oportunidades. Innecesario. Inmaduro.

4. ¿Y ahora?
No se puede saber si el sucesor podrá llevar a la Tricolor al Mundial, como tampoco se podrá saber cómo le hubiera ido a Vizuete en Chile. Pero lo más probable es que el nuevo entrenador no será despedido si hay un fracaso sonoro en la Copa América, torneo que para este estratega será como un laboratorio para definir el equipo, como pasó con Reinaldo Rueda en Argentina. Sí, es injusto que para Vizuete se lo haya planteado como un examen de grado mientras que para el extranjero sea apenas un ensayo para descartar o ratificar ideas. Pero bueno, quién dijo que el fútbol es justo. Y quién le mandó a Vizuete a perder con Perú.

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