Énner Valencia marcó dos goles en la victoria de Ecuador ante El Salvador, el martes. Foto: AFP
En promedio, la Selección juega cada año seis partidos amistosos. El número de juegos varía por temporada: así en el 2013, la Tricolor jugó cinco partidos de este tipo y esta temporada jugó ocho: cuatro antes del Mundial y cuatro después de la Copa realizada en Brasil.
Los amistosos no solo sirven para probar jugadores y esquemas tácticos. Detrás hay un negocio que se potencia por la presencia de la televisión, que aprovecha las denominadas fechas FIFA para que los equipos salten a la cancha en distintas sedes.
El año pasado, según el último informe económico presentado por la Ecuafútbol, los cinco amistosos que jugó la Selección reportaron ingresos de USD 950 000. Ese dinero fue entregado por la empresa argentina Fullplay, que tiene en exclusiva los derechos de la Tricolor.
La firma tiene un acuerdo con la Ecuafútbol para transmitir hacia el exterior los partidos de eliminatorias que Ecuador juega como local en Quito. Como parte de ese contrato, Fullplay también organiza los amistosos que juega la Tricolor y por los cuales la Ecuafútbol recibe ingresos.
Además de los mencionados USD 950 000, la Ecuafútbol menciona en su informe que se generaron USD
91 312,50 por taquilla en los amistosos el año pasado.
EE.UU, principal destino
De los últimos 13 amistosos de la Tri, ocho (ante Alemania, Argentina, Honduras, México, Inglaterra, Bolivia, Brasil, Estados Unidos y El Salvador) fueron en ciudades estadounidenses. La intención es aprovechar la cantidad de inmigrantes ecuatorianos en dichas ciudades.
Gabriel Pérez, principal de la productora Digital Plus, que conoce el mundo del espectáculo deportivo, sostiene que la presencia de la Selección es un gancho para los aficionados y para las empresas que pautan en el fútbol. El mercado no solo incluye la presencia de los migrantes, sino también la venta de publicidad estática en el interior de los estadios.
Pérez cuenta que en los partidos internacionales, hay una doble publicidad estática. Pongamos como ejemplo el estadio Atahualpa: hay un grupo de cámaras que apuntan a la cancha desde la tribuna y otro grupo, desde la preferencia.
Generalmente, dice el productor, desde la preferencia se levanta la señal internacional y desde ese sector se apunta a las publicidades de firmas internacionales. Del otro lado, están las vallas con los logos de empresas locales.
Fabián Mantilla es representante de la empresa Audit Sport. Esta firma, que tiene su sede en Argentina, se encarga de cuantificar el impacto de una valla publicitaria en términos de recordación de imagen e impacto para el consumidor.
Mantilla sostiene que los juegos amistosos son una gran oportunidad para que los auspiciantes de la Selección muestren su marca al mundo.
La presencia de la televisión también es fundamental para la exhibición de marca. Audit Sport estableció que, en el partido del pasado martes entre la Tricolor y El Salvador, un auspiciante de la Selección apareció 28 veces en las imágenes en un total de 335 segundos.
¿Cuánto cuesta tener los derechos de TV de un amistoso? Este Diario conoció que el precio oscila entre los USD
40 000 y 50 000 para la TV abierta y USD 25 000 para la televisión por cable.