Manor Motorsport lo quiere otro año en la Fórmula Renault, pero Moreno prefiere subir de nivel.. Foto: Cortesía Julio Moreno
El objetivo de ser el primer piloto ecuatoriano en la Fórmula 1 sigue siendo el motor que impulsa la carrera deportiva de Julio Moreno. Luego de pasar los últimos tres años en el Viejo Continente, compitiendo en la Fórmula Ford (2012) y en la Fórmula Renault del Norte de Europa (2013 y 2014), el joven piloto quiteño se siente listo para asumir nuevos desafíos.
Moreno hace un balance positivo de esta experiencia porque asegura haber crecido mucho como piloto y también como persona. “No ha sido fácil combinar las carreras con los estudios, porque ambas actividades demandan mucho tiempo y dedicación. En junio terminaré los estudios secundarios y a partir de ahí me dedicaré por completo a las carreras”, asegura.
Si bien los resultados que obtuvo el año pasado en la Fórmula Renault no fueron los más deseables (concluyó el campeonato en el puesto 20 entre 60 pilotos), el equipo Manor MP Motorsport, para el que compitió las dos últimas temporadas, se mostró satisfecho con su desempeño, al punto de que le propuso extender su colaboración para el certamen del año en curso.
No obstante, Julio Moreno tiene otros planes, pues considera que es un buen momento para dar un paso hacia adelante. En diciembre fue invitado a probar un monoplaza de la F3 europea perteneciente a la escudería inglesa West-Tec, en el legendario circuito de Silverstone, y los resultados fueron alentadores.
145 vueltas a la pista en dos jornadas y más de 800 kilómetros de pruebas le sirvieron para lograr una gran adaptación al auto, gracias a lo cual West-Tec le propuso continuar con los ‘tests’ en el circuito español de Ricardo Tormo.
Además, su actuación despertó el interés del equipo inglés T-Sport, del holandés Van Amersfoort Racing y del alemán Team Motopark, los cuales están en busca de nuevos prospectos con miras a la temporada 2015.
Pero al ser la F3 una categoría alta en el automovilismo europeo y mundial, Moreno requiere de un fuerte apoyo económico que respalde su incursión en ella. Por esa razón, en los últimos dos meses se ha dedicado a la tarea de buscar auspicios tanto de empresas privadas como públicas y así tratar de recaudar los fondos necesarios para financiar su cambio de categoría.
Moreno sabe que su eventual llegada a la F3 europea lo pondría un paso más cerca de su sueño de la F1, por lo cual, con la ayuda de su equipo de colaboradores, elaboró un proyecto de largo plazo con el que espera convencer a sus potenciales patrocinadores. De hecho, espera obtener apoyo gubernamental para convertirlo en un proyecto de país, como el primer ecuatoriano en la F3.
“El factor económico es muy importante para llegar, pues cada salto de categoría requiere una inversión mayor. En el automovilismo todo funciona con base en auspicios. Hay pilotos muy buenos que se han quedado en el camino por falta de apoyo económico y nosotros no queremos desperdiciar esta oportunidad”, dice Moreno.
A diferencia de las otras categorías en las que ha competido en Europa, la F3 tiene mayor relevancia y también una mayor exposición mediática. Al compartir fechas de competencia con el Campeonato Alemán de Turismos (DTM) y con el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), se beneficia de la transmisión en vivo a todo el mundo y cuenta con un promedio de 300 millones telespectadores en los cinco continentes.
Mientras los auspicios se concretan, el piloto continúa con su preparación física y psicológica, a un nivel muy profesional. La primera incluye la práctica de boxeo, ciclismo y natación, entre otras disciplinas. Hace dos meses corrió la media maratón de Oxford, en Inglaterra, donde está radicado, y para este año planea participar en medio Ironman.
Respecto de la preparación psicológica, indica que a todo piloto que busca su oportunidad debe gustarle mucho lo que hace para que el sacrificio de dejar su hogar, su país y muchas actividades propias de la juventud valga la pena.
“El automovilismo es un estilo de vida. Todo el ambiente de un piloto, desde las compañías hasta el tipo de alimentación debe girar en torno a las carreras, porque es muy fácil desenfocarse a los 18 años. Hay que dar siempre el 100% porque en este deporte no hay segundas oportunidades”, concluye.