Las revisiones mecánicas deben realizarse de forma prolija y de acuerdo con el tiempo que recomienda cada fabricante de vehículos.
Fernando Robayo/ Editor
Aunque se podría pensar lo contrario, con la adquisición de un vehículo nuevo o usado la inversión económica apenas empieza.
Para funcionar adecuadamente cualquier auto necesita mantenimiento periódico, que va mucho más allá de cargarle gasolina, cambiarle el aceite, echar agua en el radiador o revisar la presión de aire en las llantas.
Son varias las tareas que se deben realizar cada vez que se cumple un determinado kilometraje o pasa cierto tiempo, como lo suelen detallar los manuales de usuario de la mayoría de modelos. Si este no estuviera disponible por cualquier motivo, los usuarios pueden acudir a un concesionario oficial, consultar con un experto y hasta encontrar esa información en Internet para instruirse debidamente sobre los requerimientos de cualquier vehículo.
Esta necesaria inversión periódica garantiza un buen funcionamiento que brinda al usuario la tranquilidad de cubrir trayectos cortos o largos sin el riesgo de sufrir daños repentinos.
En esta edición especial abordamos ciertos temas relacionados con la atención que debe darse a los principales componentes del vehículo y los elementos a tomar en cuenta tanto en la elección de un taller como en la compra de repuestos.