Marisol Landázuri (i) 23 años y Ángela Tenorio 19 años son las atletas que se entrenan en la pista de La Vicentina. Fotos: María Isabel Valarezo / EL COMERCIO
Entre las velocistas que se entrenan en Quito hay cada día más afinidad y camaradería. Eso es notorio por las risas que abundan en medio del exigente entrenamiento diario que realizan en la pista de Los Chasquis.
También por los consejos y las palabras de aliento que se dan entre ellas para motivarse cuando las fuerzas empiezan a escasear. La amistad de las deportistas, que provienen de la Costa, la Sierra y la Amazonía, se afianza. Pero entre ellas también crece una rivalidad que las impulsa a dar lo mejor de sí en cada jornada. Estas chicas, amigas y rivales en toda la extensión de la frase, buscan mejorar sus marcas individuales y grupales.
Como equipo, cuatro de ellas correrán en la prueba de relevos de 4 x 100 metros del Grand Prix de Cuenca, a mediados de mes. Allí, esperan obtener la marca que las clasifique al Mundial de Relevos de Bahamas, de mayo, un evento al cual Ecuador no ha asistido. Para lograrlo, deben correr por debajo de 44 segundos.
El entrenador Nelson Gutiérrez, un especialista en velocidad, trabajó con el equipo durante febrero en EE.UU. Allí tuvieron tiempo para practicar la técnica de los relevos.
Una posta de 4 x 100 no son solo cuatro mujeres pasándose un testigo de mano en mano hasta completar una vuelta al circuito atlético. La sincronización y la coordinación son tan importantes como la fuerza de cada deportista.
El técnico cubano asegura que un buen equipo de postas es el que trabaja permanentemente para saber cómo pasar el testigo, entre otros aspectos propios de la prueba.
En Cuenca, las cuatro ecuatorianas que buscarán bajar de los 44 segundos son Ángela Tenorio, Yuliana Angulo, Marizol Landázuri y Viviana de la Cruz. Ellas se ejercitan con Liliana Núñez y Maribel Caicedo, quienes también se entrenaron durante febrero en EE.UU., en el campo de prácticas de Adidas.
En el país también hay otras deportistas con la capacidad de integrar la posta. Una de ellas es Selene Cevallos, quien se ejercita en Guayaquil con la guía de Yosvania Molina.
Tenorio, la mujer más veloz del país, siente que es una ventaja practicar con un equipo. “En el campamento de EE.UU. hicimos una buena base de entrenamiento y todas hemos mejorado”, contó la deportista que tiene cuatro medallas mundiales, en las categorías prejuvenil y juvenil.
Landázuri, atleta esmeraldeña que representa a Guayas y ensaya en Pichincha, también es parte de la posta. Ella empezó a correr para escaparse de los problemas. Cuando estaba en el primer curso del Anexo Universitario José Basurto Mendoza, se peleaba con algunos compañeros que la molestaban. A veces, les daba algún golpe y se alejaba corriendo.
En una ocasión, al verla correr de esa manera, desde el área de educación física la seleccionaron y la llevaron a un intercolegial. Ante la sorpresa de muchos, la niña que se peleaba por todo ganó tres medallas, incluidas dos de oro.
Entonces se entrenó hasta los 17 años, cuando dejó de hacerlo para darle prioridad a sus estudios. Luego viajó a Guayaquil, donde cursó los dos primeros años de enfermería y volvió a practicar con casi 20 años.
Aunque tenía apoyo en la Federación de Guayas, el año pasado se comunicó con el entrenador Gutiérrez y le dijo que quería entrenarse con él para mejorar sus tiempos. “La verdad es duro entrenarse para la posta. Somos cuatro, pero en entrenamiento somos seis. A veces es difícil acoplarse, pero trabajamos en eso”, reveló la esmeraldeña.
El equipo correrá el domingo 15. Para que la marca sea válida para clasificarse deben competir también dos postas internacionales. El DT Gutiérrez espera que ese día su grupo consiga la marca y todo confluya para clasificarse al Mundial.