El delantero Mario Balotelli junto a su novia Fanny en el arribo de la Selección de Italia a suelo europeo tras el Mundial de Brasil. Foto: AFP
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El seleccionado italiano regresó al país hoy, 26 de junio, sin pena, gloria, ni gente para recibirlo tras la prematura eliminación en el Mundial de Brasil que derivó en las renuncias del DT Cesare Prandelli y del presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete.
El charter procedente de Río de Janeiro arribó al aeropuerto Milán-Malpensa, tras 11 horas de vuelo desde tierra brasileña. A bordo iban Prandelli y todo el cuerpo técnico, jugadores y periodistas, además de varios familiares.
El atacante Mario Balotelli pasó la primera parte del viaje sentado al lado de su novia Fanny en la parte posterior del avión, pero luego regresó a la zona reservada al equipo. Balotelli se negó a contestar preguntas, después de haber respondido a las críticas a través de la red social Twitter.
En Milan descendieron la mayoría de los jugadores y luego el vuelo continuó rumbo a Roma, con Daniele De Rossi, Antonio Candreva y un pequeño grupo de personas. Los únicos que hicieron declaraciones al descender en la terminal aérea fueron el arquero y capitán Gianluigi Buffon y el delantero Ciro Immobile.
“Para nosotros fue un mal papel”, dijo Buffon, que evitó hacer cualquier comentario sobre Balotelli. “No hablo de estas cosas, no me interesan las polémicas, sólo de fútbol”. “
El Mundial es una experiencia que me enriqueció y me hizo crecer. Lástima que terminó”, destacó por su parte Immobile, goleador del “Calcio” en la pasada temporada con Torino y próximo jugador del Borussia Dortmund.
Una vez arribado el avión de Alitalia al aeropuerto de Fiumicino, el primero en aparecer en la escalinata de la estación aérea fue el dimitido presidente de FIGC, Abete. Inmediatamente después aparecieron Leonardo Bonucci y Candreva, Thiago Motta, Alberto Aquilani, Alessio Cerci, Marco Verratti, Mattia Perin y De Rossi.
Sólo este último y Candreva recibieron algunos aplausos y cánticos por parte de una veintena de operadores aeroportuarios, varios de los cuales aprovecharon para sacarse fotos y filmarlos con sus celulares.
Los integrantes del seleccionado y el cuerpo técnico, todos vestidos con saco y corbata, posteriormente abordaron un vehículo del aeropuerto para dirigirse, escoltados por la policía, a una zona alejada de la aeroestación. Allí los esperaban otros vehículos privados a bordo de los cuales se alejaron definitivamente de Fiumicino.
Nadie de la delegación realizó el trámite correspondiente a la salida del aeropuerto, en cuyo interior no habían fanáticos esperando, apenas un niño con una bandera tricolor que terminó alejándose de la mano de su padre.
Una veintena de carteles pegados en las paredes del aeropuerto retrataba el estado de ánimo de los ‘tifosi’, pues en ellos podía leerse, bajo la foto de la selección, la inscripción: “Que malos que son!!! Avergéncense, indignos!!!”.
Algunos aficionados quisieron manifestar así su desilusión por la eliminación del seleccionado de Prandelli, que entusiasmó al vencer a Inglaterra en el debut mundialista, pero cayó luego con Costa Rica y Uruguay y se despidió en primera ronda.
Lo mismo había sucedido en Sudáfrica 2010, al que Italia llegó como campeona mundial, y tal vez por eso la desilusión fue mayor entre los aficionados. El seleccionado italiano había partido a Brasil con muchos sueños de gloria y hoy volvió con una sensación de derrota y vacío, ya sin presidente, ni entrenador.