Aunque suelen utilizarse como palabras sinónimas, en un sentido estricto todoterreno y SUV expresan conceptos diferentes.
El primero hace alusión a aquellos vehículos provistos de características físicas y técnicas que les permiten desplazarse por todo tipo de caminos (estructura de chasís, suspensión reforzada, tracción a las cuatro ruedas, etc.), mientras que el segundo se refiere a los automotores con mayor tamaño y altura que los automóviles, pero orientados a un desempeño eminentemente asfáltico.
Muchos usuarios se sienten atraídos por el aspecto de los todoterreno, pero no requieren todas las prestaciones que esos vehículos son capaces de ofrecer, además de que su mantenimiento suele ser más costoso.
En esos casos, el SUV representa una alternativa ideal. No obstante, también hay SUV provistos de ciertas cualidades ‘off road’ que diversifican las posibilidades de aventura de sus propietarios.