La agresividad de China preocupa a sus vecinos

Enfoque Internacional
La Nación, Argentina, GDA​

China está hoy embarcada en una serie de delicados conflictos de soberanía aún no resueltos con sus distintos vecinos, vinculados con su jurisdicción marítima y con islas y archipiélagos que están emplazados en el Mar del Este y en el Mar del Sur de China.

Se presume que los conflictos tienen relación con probables yacimientos de hidrocarburos en las zonas en disputa.Frente a esos conflictos de soberanía, China está desplegando una actitud tan activa como amenazadora y, por momentos, hasta prepotente, desplegando buques y aviones y emplazando plataformas de exploración petrolera protegidas por naves de guerra, como ya lo ha hecho frente a las costas de Vietnam.

La actitud china se suma, está claro, al revisionismo ruso, evidenciado por el reciente zarpazo con el que la Federación Rusa se apoderó ilegalmente de Crimea y Sebastopol.

Una encuesta del Pew Research Center, reconocido centro de investigaciones de Washington, muestra la preocupación que la actitud china ha generado entre sus vecinos asiáticos. Amplias mayorías creen que los conflictos y la forma de encararlos por parte de China podrían eventualmente conducir a enfrentamientos armados.

En las Filipinas, nada menos que un 93% de las respuestas refiere a que es alta la posibilidad de hostilidades. En Japón, el 85% coincide con el resultado de Filipinas. En Vietnam, las cosas son bastante parecidas: el 83% de los encuestados se pronuncia por el temor de que haya enfrentamientos bélicos.

Las respuestas en Corea del Sur arrojan un 83% de encuestados que expresan su temor por la posibilidad de conflictos armados. En los Estados Unidos, el porcentaje de los encuestados que manifiestan temores similares alcanza el 67%.

En Asia, la imagen favorable de China es realmente baja. En Japón, de apenas 7%; en Vietnam, de 16%; en la India, de 31%; en Filipinas, de 38%, y en Corea del Sur, de 56%. Solo en Paquistán, Bangladesh, Malasia, Tailandia e Indonesia la imagen favorable supera el 60%.

El viernes pasado, el presidente de China, Xi Jinping, se reunió con Cristina Kirchner para la firma de una veintena de convenios de inversión en Argentina, que abarcan desde fondos para represas hidroeléctricas y en infraestructura ferroviaria, la compra por parte de China de barcos para dragado y un swap entre el Banco Popular Chino y nuestro Banco Central, entre otros acuerdos con los que ambos gobiernos pretenden elevar la jerarquía de la relación bilateral.

Independientemente del sentido de esos convenios -que tuvieron un antecedente de promesas de inversiones chinas nunca concretadas durante el gobierno de Néstor Kirchner-, llama la atención el silencio de nuestro país respecto de los graves conflictos que enfrentan algunas naciones a las que, con enfoque reduccionista, solo se muestra como socias imprescindibles en materia comercial.

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