Puerto en Posorja

Se apacigua el hostigamiento del Gobierno a Guayaquil en su calidad de principal puerto del Ecuador. Hostigamiento presumiblemente fundamentado en diferencias políticas con el alcalde Nebot.

Guayaquil tiene como objetivo mantener sus diversos puertos, de los cuales el estatal está concesionado a la filipina Ictsi. Y desarrollar un nuevo puerto de aguas profundas en Posorja, a la salida del Golfo de Guayaquil, vinculado a una nueva zona industrial.

Una importante pesquera española instalada en Posorja tomó la iniciativa de construir el puerto de aguas profundas. Sumó al proyecto dos grupos económicos guayaquileños y consiguió que Maersk, la empresa naviera que maneja el mayor volumen de contenedores en el mundo, entre como socio estratégico.

Pero en 2013 las autoridades de transporte sacaron a relucir un estudio de unos asesores españoles que recomendaron que la ciudad de Guayaquil deje de ser puerto comercial y que quede solo para cruceros a las Galápagos (no hay cruceros que vayan de tierra firme a las islas). Que el transporte de banano se centre en Puerto Bolívar, al sur y que al oeste, fuera de la provincia del Guayas, se construya un puerto que substituya a los actuales. Las autoridades retiraron el permiso al consorcio para seguir adelante con la construcción en Posorja.

Alguien con credibilidad con el Presidente debe haberle demostrado la insensatez de la propuesta. No hay sitio en la costa más adecuado que Posorja para desarrollar un puerto de aguas profundas y, además, que sirva de núcleo de una nueva zona industrial.

Recientemente, el Gobierno aceptó que el puerto sea en Posorja. Abrió un concurso Swiss Challenge y ya se presentó el mismo consorcio al que se le quitó la concesión en 2013, pero con otro socio estratégico: DP World de Dubái.

Ya no habría objeción a que Guayaquil siga siendo puerto comercial. Las actuales autoridades estarían al tanto que definir a dedo que se carga o descarga en cada puerto es un despropósito.

Hoy en día el banano se transporta en contenedores en buques normales; no requiere buques especializados. El enorme volumen de banano que vende el país le da un movimiento portuario a Guayaquil similar al que maneja el Callao. Lo cual significa que muchos buques de carga tocan puerto, lo que se aprovecha para otras cargas de importación y exportación, en beneficio de consumidores y sector empresarial de todo el país. Separar por mandato el puerto de carga de banano y el de carga de otros productos y descarga general, es duplicar costos.

Pero no todo está claro aún. Las autoridades siguen sin dragar el acceso marítimo a Guayaquil y tampoco permiten que otros lo hagan. Lo que dificulta y encarece el transporte, pues no pueden entrar buques de mayor calado. Y no se ha declarado a Posorja Zona de Desarrollo.

wspurrier@elcomercio.org

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