Refinería: un sueño lejano

La Refinería del Pacífico fue el primer gran anuncio de proyectos conjuntos entre la Venezuela de Chávez y el Ecuador de Correa. Su construcción aún es una quimera.

Ocho años después de las primeras promesas, varios años luego de los discursos y ofrecimientos, la Refinería del Pacífico todavía no cuenta con recursos.

La remoción de tierras, construcción de caminos y un canal de aguas provenientes de la presa La Esperanza han costado USD 1 200 millones (80% a Petroecuador). La contraparte venezolana, Pdvsa, no llega con más dinero y las promesas del desaparecido Hugo Chávez, que se multiplicaron ofreciendo refinerías a diestro y siniestro por varios países, no se concretan.

Eran otros tiempos del precio del petróleo y de unas ideas que se creyeron posibles. Hoy la Refinería no cuenta con financiamiento y la demagogia ganó al pragmatismo en un sueño que ya le va costando al Ecuador un buen dinero, que bien se lo requeriría para otras obras prioritarias en estos tiempos del precio del crudo bajo y de vacas flacas.

Los empréstitos de la China no llegan. Talvez la potencia asiática tiene otras prioridades. La capacidad de refinación del proyecto, si se concreta y avanza hacia fines del 2018, o años siguientes, supera la demanda local de combustibles.

El amplio reportaje de EL COMERCIO muestra el estado de la cuestión y lo complejo de conseguir dinero en épocas de bajos precios del petróleo. La Refinería del Pacífico es un sueño lejano, 8 años después de proclamas y discursos.

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