Veinte días han pasado desde que abrió la última exposición retrospectiva de Guillermo Muriel en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). En la muestra, el público ha recorrido la obra de uno de los maestros de la pintura nacional quien ayer falleció en Quito a los 89 años.
Durante la inauguración de la muestra, críticos, artistas y público no comprendían porqué su obra se había mantenido en silencio en los últimos años. Su última exposición data del 2005.
El nombre de Muriel se inscribe en el canon del arte nacional como el creador que tomó a la ecuatorianeidad como detonante de su obra.
Nacido en Riobamba en 1925, se perfiló desde joven como un artista alejado del discurso oficial. Prueba de ello fue su participación en la Antibienal, que a finales de los sesenta desafiaba a la propuesta estética de la Bienal de Quito organizada por la CCE.