Cinthia Guato: 'Para mí viajar no es vacacionar, es una forma de vivir'

Cinthia Guato

Cinthia Guato

Introducción:

Cinthia Guato llega, por equivocación, 45 minutos antes a nuestra cita en el Jardín Botánico de Quito, pero no le importa porque así aprovecha para conocerlo y maravillarse con lo que ve. Cuando nos encontramos ya ha pensado dónde le gustaría tomarse las fotos (en el orquideario) y cuando nos sentamos a conversar, se fija en la luz, los elementos sobre la mesa, el fondo, es decir, en la locación. Está buscando la belleza en cada detalle, todo el tiempo. Defecto de profesión; Cinthia es diseñadora de modas (estudió en Milán). Pero quedarse en esa clasificación es insuficiente; Cinthia es sobre todo un alma curiosa, que no puede parar de viajar.

Testimonio:

La verdad me he sentido fantástica, porque sin querer para mis 40 años me he regalado tremendo viaje (siete meses recorriendo Asia) y he sido feliz. Estoy sorprendida de las cosas que he encontrado fuera y dentro de mí. Ahora ya sé que no necesito mucho para vivir. Y me he dado cuenta de que mis apegos cada vez son menores; este ha sido el año de maravillarme con todo lo hermoso que hay en este mundo.

También ahora sé que tengo una sonrisa que no había descubierto antes: la sonrisa de absoluta sorpresa que me salía al llegar a algunos lugares que ni siquiera sabía que existían. Era llegar y quedarme alegre desde el corazón; algo que no había vivido.

Amo viajar. Todo mi dinero y mis pensamientos se vuelcan al siguiente viaje, todo el tiempo. Para mí viajar no es una forma de vacacionar, sino una forma de vivir. Así he vivido por años y quiero seguir haciéndolo.

No creo que sea por rebeldía, más bien es un sentimiento de no pertenencia el que yo tengo; me gusta mi país, pero no soy patriota. Podría vivir aquí como en Katmandú, me da igual. Me considero universal, porque tengo facilidad de adaptación para vivir acá como en cualquier otro lugar sin problema. Puedo hacer maletas y salir y regresar y quedarme seis meses, y volver a irme.

No necesito ser de ninguna forma que no sea la mía y eso me ayuda a viajar, porque supongo que me descuadraría mucho si al llegar a un país trataría de mantener las formas que esta sociedad quiteña te obliga a mantener. Si fuera así, al llegar a otro lado solo juzgaría; pero yo llego a observar y a tratar de entender.

Creo que tengo esta apertura, porque estudié la primaria en un colegio de monjas y todo era tan absurdo ahí. Esa experiencia fue súper importante, porque gracias a ese colegio -que odié- soy como soy. Desde entonces no creo en la religión, las jerarquías, la política…

Quizá siempre fui irreverente, lo que pasa es que ahora no se me nota (risas), pero vivo con mis propias leyes y mi propia ética. Me cuesta mucho entender que una sociedad te diga cómo tienes que vivir. Y siento que en esto me han formado mucho los viajes.

Solo me arrepiento de una cosa: de no haber entendido mucho más joven que en aquel momento no era tan grande. Ahora me siento mucho más joven que cuando tenía 26, porque entonces tenía metido en la cabeza que ya era grande y tenía que tener responsabilidades. Pero yo no creo que tienes que vestirte de cierta forma porque pasados los tantos años tal cosa… No, para nada. Ni tienes que casarte o tener hijos, o sacar un masterado o un título… No, no ‘tienes que’ nada en esta vida. Tienes que vivir como te dé la gana y ya. Ese es el único ‘tienes’ que yo acepto.

Mire aquí las fotos de viaje de Cinthia Guato: Lavueltaalmondo.blogspot.com

Suplementos digitales