La biblioteca está elaborada con concreto visto tipo Atlas. Foto: www.archidaily.com
El desarrollo urbanístico y arquitectónico de Lima, capital del Perú, es indudable.
Y hasta se ha convertido en un paradigma para otras ciudades de la región.
Un ejemplo de este florecimiento es la Biblioteca de Ciencias, Ingeniería y Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP, emplazada en avenida Universitaria 1801.
El edificio, diseñado por el estudio Llosa-Cortegana Arquitectos, es una muestra de arquitectura contemporánea. Y compagina con otra edificación de similar envergadura situado junto a él, explica el portal digital www.archdaily.com.
Como explica en una nota de https://cosas.pe, la arquitecta Patricia Llosa (fundadora del estudio junto a Rodolfo Cortegana Morgan) asegura que, en el ámbito de la estructura educativa, estos edificios son los más importantes de los últimos años en el Perú.
Para la PUCP, su importancia también es considerable. Durante años, no se hizo ningún proyecto en el campus. Sin embargo, la política de la universidad era convocar concursos de arquitectura en su comunidad (alumnos, graduados y profesores).
Y esto ha marcado su apuesta por renovarse, informa Cosas Perú.
Según Llosa, la biblioteca ofrece una materialidad expuesta. El edificio está hecho de concreto caravista tipo Atlas, “con ese color medio rojizo natural que contrasta con el cristal superpulcro”.
La pregunta que se hicieron los arquitectos, a la hora de diseñar fue cómo potenciar la experiencia espacial entre un edificio tan público, pero que debe tener también cierta restricción.
Obviamente, explica Llosa, en una biblioteca no todo el mundo puede entrar sin control, sino los libros desaparecen.
“Es como si fuera una especie de fortín para cuidar libros pero, al mismo tiempo, es muy público y permeable”.
La biblioteca tiene un programa de muchos ambientes en un área de 9 000 m².
El eje arquitectónico y de circulaciones se concentró en la escalera principal. Esta genera la fachada y su contorno exterior.
El edificio va en ascenso de lo más ruidoso a lo más silente.
Hay ambientes para estudiar, leer y tener pequeños ‘workshops’ en cubículos de diferentes tamaños, con herramientas audiovisuales.
Asimismo, tiene una zona pública que promueve el doble ingreso desde la Facultad de Ingeniería y desde Estudios Generales Ciencias.
También hay cafetería y un espacio de usos múltiples, los cuales funcionan al margen del horario de la biblioteca.