La cantante Amy Winehouse era única. Su voz, sus composiciones musicales y su imagen no se olvidan.
Se dice que ella no quería, pero hizo historia. Parte de esa historia se cuenta en la cinta ‘Back to Black‘.
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La película se estrenó en abril de 2024, a 12 años de su muerte. Además de su vida y carrera, el filme trajo de vuelta su icónico estilo para vestir, peinarse y maquillarse.
Lecciones de estilo de Amy Winehouse
Son varias y significativas. Las más importantes fueron ser auténtica y valiente para expresar su esencia a través de su ropa.
Ese estilo que creó –en conjunto con su estilista Naomi Parry- para sí misma trascendió. Esa imagen nació de un experimento lúdico, es decir, jugó y experimentó con la ropa y el maquillaje hasta lograr su icónico look, dice Sasha Santamaría, consultora ecuatoriana de moda.
Otra gran lección fue animarse a divertir con la moda. Ese es el camino para llegar a descubrir el estilo personal, explica la especialista.
El encanto del estilo indie
Su estilo sobre el escenario y fuera de él tienen una vibra en común. Ambos son indie, explica Santamaría.
Indie se deriva de “independiente”. Es una estética estrella de este 2024, rebautizada como indie sleaze.
Esa moda recuerda el vestuario de artistas independientes y de las “it-girls” de aquel entonces como Kate Moss, Sienna Miller y Alexa Chung.
Casual vs. alfombra roja
A la Amy casual era habitual verla con skinny jeans de tiro bajo o microshorts en denim con tops básicos con o sin mangas. Las ballerinas –otra de las grandes tendencias del año 2024- de satén en rosa pálido, eran su elección usual.
La Amy del escenario era un poco más “arreglada”, “glamurosa” y “femenina”, cualidades entendidas y ejecutadas de una manera “imperfecta”. Su estilo para el espectáculo bebía de la moda rockabilly, una estética popular de los años cincuenta, con inspiración en las mujeres pin-up de los años treinta.
Prefería vestidos lenceros, ceñidos al cuerpo, que enfatizan la cintura con cinturones anchos. Se inclinaba por los estampados, las rosas y pañuelos para su peinado, por las argollas enormes como accesorio y los tacones con escote frontal tipo “ojo de pescado” o peep toe como calzado.
Sin miedo a repetir
Amy repetía ropa. Esa es otra lección que dejó la cantante.
No es usual ver que una celebridad haga eso. “Amy fue una adelantada a su tiempo”, dice Santamaría, porque esa práctica manifiesta un sentido de vestir responsable y sostenible del que tanto se habla ahora.
El delineado cat eye de Amy Winehouse
El maquillaje debe ser entendido también como accesorio, dice Santamaría. Amy fue muy inteligente en crear su particular delineado cat eye, y convertirlo en una firma.
La maquilladora profesional y docente May Alejandra Guatarasma lo analiza. Usaba una variante más extravagante del cat eye u “ojo de gato”.
Es un delineado alargado y puntiagudo, que se extiende más allá del borde del ojo y crea una cola que puede variar en longitud y grosor. El cat eye es una técnica clásica que ha sido popular por muchos años.
Contribuía a realzar la mirada de la cantante y a que su tipo de ojos, naturalmente almendrados, se vieran más grandes y expresivos. Lo logró.
Se puede lograr con delineadores líquidos y en gel resistentes al agua o delineadores en lápiz. Se aplica con pinceles de punta fina y flexible para controlar la aplicación y crear líneas precisas.
También son muy utilizados los pinceles biselados o con punta angular que sean muy delgados. En sus labios destacaban los tonos oscuros y llamativos, con un acabado brillante o satinado.
El peinado de Amy Winehouse
El cabello de Amy Winehouse es otro de sus sellos personales. El peinado que usaba se llama beehive o colmena, en español.
El estilista ecuatoriano Ricardo Huertas explica que para hacerlo es necesario un alma, es decir un accesorio que dé soporte interno al peinado. Además, hacen falta invisibles y lacas, así como enredar un poco el cabello.
Es un peinado que se popularizó en la década de 1960 y se asoció con la moda y la música de esa época, como el rock and roll. En estos momentos, lo retro está en tendencia y el peinado sí se usa, pero con variaciones.