El diálogo está abierto. Este jueves 16 de enero de 2014 se inició el Encuentro Nacional de Cine Ecuatoriano que planteó el tema de la exhibición y la distribución en la era digital como eje de debate. Autoridades gubernamentales, realizadores, productores y personas vinculadas al sector audiovisual llenaron el auditorio de Ciespal en el primero de dos días de foros y mesas de trabajo.
“El mundo del celuloide murió”. Con esa sentencia Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores de Cine, empezaba a definir el contexto en el que se desenvuelve actualmente la producción cinematográfica. Su exposición se sostuvo alrededor de los cambios en los procesos de producción y difusión del cine, impulsados por el cambio tecnológico a escala mundial.
A partir de eso se evidenciaron las prácticas que dirige la circulación de los productos audiovisuales en los circuitos formales de distribución y exhibición. Según Ugalde, la segmentación del público, las preferencias, las formas de consumo, la taquilla, la permanencia en salas, la competencia, la recuperación de la inversión giran en torno a un modelo de economía de mercado que tiene a la exclusión de los consumidores con menor poder adquisitivo. El tema fue detallado por David Gutiérrez, de la Superintendencia de Control de Poder de Mercado.
Santiago Cárdenas de Multicines, dejó en claro que una película además de un ejercicio artístico y creativo también es un producto comercial y como tal necesita venderse para que los realizadores recuperen su inversión.
Aseguró que se ofrece un trato igualitario para la exhibición de películas ecuatorianas y extranjeras y que su permanencia en carteleras se sujeta a las mismas condiciones en ambos casos. Esto es, que se cumpla con al menos una asistencia del 30% del espacio asignado en salas.
Según datos referidos por el empresario, el año pasado, el promedio de permanencia de las películas ecuatorianas fue de 5,2 semanas mientras que el de las extranjeras fue de 4,2. Planteó que el número de espectadores que alcance un filme depende no solo de la permanencia en salas sino también de otros aspectos como el diseño del producto, plan de promoción, segmentación del público, temporadas y género cinematográfico.
Iván Aguas de Cineplex habló sobre el cambio tecnológico hacia la digitalización de las salas que, si bien abaratan los costos de producción, también significan una inversión por parte de los complejos de cine.
“Hay preguntas para los que los cineastas no tenemos respuestas”, decía Alex Schlenker cuando se planteó el tema sobre las consideraciones de los realizadores para con el público. Se planteó entonces el tema de la educación como uno de los principales ejes para la profesionalización de los actores involucrados en el audiovisual así como para la formación de públicos. La falta de estudios y mediciones dejó abiertas varias inquietudes sobre las formas de producción, las preferencias del público y los modos de consumo.
La primera jornada cerró con una perspectiva sobre las oportunidades de negocio que puede generar la aplicación de las nuevas tecnologías en las nuevas pantallas, considerando que las salas de cine actualmente representan solo una parte del potencial mercado para el cine local. La sesión de trabajo continuará este viernes, cuando se definirán líneas de acción frente a las inquietudes planteadas en este nuevo encuentro.