1 252 especies se encuentran en peligro

En Ecuador se impulsa una Estrategia de Conservación del Cóndor Andino; tres se han liberado. Foto: Cortesía.

En Ecuador se impulsa una Estrategia de Conservación del Cóndor Andino; tres se han liberado. Foto: Cortesía.

En Ecuador se impulsa una Estrategia de Conservación del Cóndor Andino; tres se han liberado. Foto: Cortesía.

Los dos hijos de Adriana Guañuna se enamoraron de un pequeño mono capuchino que encontraron en una comunidad del Tena (provincia de Napo). Apenas cabía en la palma de la mano y se mostraba dócil, juguetón. Pero les sorprendió que los indígenas de Misahuallí intentaran vender al pequeño mono, durante la visita que hicieron a la zona en febrero.

Según el Código Penal vigente, la persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga, transporte, trafique, se beneficie, permute o comercialice especímenes en el Ecuador será sancionada con prisión de uno a tres años.

Hoy, 3 de marzo, precisamente se conmemora el Día Mundial de la Vida Silvestre, como un llamado a combatir el tráfico.
Guañuna recuerda que le pidieron USD 200 por llevarse a casa al capuchino. Su familia reside en Quito, pero pasaron las vacaciones del feriado de Carnaval en el Oriente.

Sus hijos se emocionaron con la idea de tenerlo de mascota, pero ella aprovechó el momento para explicarles que no solo estaba prohibido por la Ley, sino que el pequeño mono podía morir en otro sitio que no fuera su hogar natural.

En el Ecuador muchas especies se encuentran en peligro e incluso al borde de la extinción por diferentes razones. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la lista constan 1 252 especies de vertebrados. Todos dentro de alguna categoría de amenaza, de los cuales 217 especies son mamíferos, 238 especies son aves, 276 especies son reptiles y 521 especies son anfibios.

Entre las causas directas están la destrucción y fragmentación de hábitats naturales, la sobreexplotación, el tráfico ilegal de especies y la introducción de especies exóticas.

El Ministerio del Ambiente cuenta con dos proyectos específicos para gestionar la vida silvestre y procurar la conservación de esos animales.

Uno de estos se denomina Desarrollo de Enfoques de Manejo a Nivel de Paisaje en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador para mejorar la Conservación de la Vida Silvestre en Peligro de Extinción Mundial. Cuenta con el apoyo financiero del PNUD y la asistencia de Widlife Conservation Society.

Permite el monitoreo de 19 especies entre mamíferos, aves, reptiles y peces. También acciones comunitarias concretas, campañas de concienciación y fortalecimiento de estrategias de control.

En el trayecto de regreso a Quito, la familia de Guañuna prestó especial atención a los retenes móviles donde había propaganda relacionada con la prohibición de trasladar animales exóticos.Notaron que los controles que se hacían en las carreteras priorizaban los camiones y automotores grandes.

El MAE ha rescatado animales que iban camuflados en la carrocería de los vehículos, dentro de maletas e incluso entre los cajones cargados de productos, como frutas.

En Baeza y Puerto Francisco de Orellana se ubicaron dos campers (unidades móviles) para receptar denuncias, dar atención a animales y brindar charlas a los turistas. Es un plan que espera reproducirse en otras zonas donde hay tráfico.

A Guañuna no le hicieron que se detuviera en ningún control, desde el Tena a Quito. “Pensábamos que no hubiéramos tenido problemas de pasar al monito, si hubiéramos querido traerlo”.

Pero sus hijos comprendieron que el frío de Quito puede ser mortal para la especie. Además, parte de su naturaleza es estar en grupos familiares. En la Lista Roja de Ecuador este animal es considerado vulnerable.

Otras especies en peligro y que son comercializadas son los loros, la culebras, los tigrillos, el caimán... Los hijos de Guañuna vieron uno de estos reptiles cuando estuvieron en la comunidad. Se han convertido en un atractivo turístico más. Estaba con el hocico amarrado con cinta adhesiva, al igual que sus patas.

Los indígenas cobraban a los turistas para cargarlo y fotografiarse, al igual que con los otros animales. La fotografía con el mono costaba USD 1. Guañuna lo subió a su perfil de Facebook como un recuerdo.

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