‘Código Enigma’ tiene en su elenco a Benedict Cumbernatch y Keira Knightley. Foto: Movieweb.com
Un ‘biopic’ para reflexionar sobre homosexualidad y tolerancia
Las películas biográficas de personajes célebres suelen tener un problema: tratan de contar una vida en dos horas. Mas cuando la dirección intenta buscar un hilo conductor, la propuesta se simplifica. Pero hay apuestas más retadoras. En ‘Código Enigma’ (‘The Imitation Game’) el director Morten Tyldum propone un juego interesante para el espectador.
La propuesta consiste en reflexionar sobre la homosexualidad y para ello utiliza la figura del matemático Alan Turing, uno de los padres de la computación. El filme pareciera que está construido alrededor de la contribución de Turing a la milicia británica. Él trabajó en un grupo que buscaba descifrar códigos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la cinta intenta demostrar cómo la intolerancia (y los estereotipos de la sociedad y los gobiernos) pueden destruir el conocimiento.
Turing diseñó una de las primeras computadoras programables y, claro, la máquina para descifrar los códigos que ayudaron a ganar la guerra contra la Alemania nazi.
Este juego propuesto por el director está atado a la propia idea de descubrir mensajes (crucigramas, juegos de enigma). La reflexión no está en el relato audiovisual, está en su mensaje; no obstante, está bien oculto. El director montó una película de alta calidad audiovisual y con una actuación impecable de Benedict Cumberbatch, como Alan Turing. Marcos Vaca
Los dilemas de un hombre de familia perseguido por la guerra
‘American Sniper’, del director Clint Eastwood, cuenta con la participación de Bradley Cooper, Sienna Miller y Kyle Gallner. Foto: Movieweb.com
A través de la mira telescópica del rifle que maneja Chris Kyle, el director Clint Eastwood intenta traducir en imágenes los dilemas que enfrenta un soldado que le apunta a un niño que lleva en sus manos una granada. Pero además siembra las mismas inquietudes en el espectador, que es ubicado a través de la cámara en la incómoda posición del protagonista.
Fuera del campo de batalla, el soldado se convierte en un esposo y en un padre que hace su mejor esfuerzo por reintegrarse a su familia. Asediado por las crueles imágenes del combate y por un casi compulsivo sentimiento patriótico, Kyle deja a su familia para volver en varias ocasiones al lugar donde cree que sus habilidades pueden salvar la vida de sus camaradas.
En ese punto es donde se destaca Bradley Cooper con una interpretación que tiene la cualidad de ser lo suficientemente impulsiva en combate y sensible en el seno del hogar. Elementos suficientes para que el director mantenga una línea de tensión durante el largometraje que recrea la historia de uno de los francotiradores más diestros de la Marina de los Estados Unidos, con al menos 160 muertes en su registro. Con intensas secuencias de acción y dramáticos momentos familiares, la mejor forma de expresarse en contra de la guerra, según el propio Eastwood, es mostrar que los soldados necesitan regresar y recuperar su humanidad en el hogar. Fernando Criollo
Una enfermedad pone a prueba el romance de los Hawking
‘La Teoría del Todo’, del director James Marsh, tiene en su elenco a Redmayne, Felicity Jones y Tom Prior. Foto: Movieweb.com
Crudo y directo, así es el filme de James Marsh. A pesar de contar una historia de amor, la tensión que se cuece con la enfermedad de Stephen Hawking hace de esta ‘biopic’ un retrato testimonial sobre el conflicto que implicó la condición del físico en su relación con Jane Wilde Hawking, su primera mujer, interpretada por Felicity Jones.
La nominación al Oscar -que porta la actriz – es un reconocimiento al personaje más que a la actuación. Jones le aporta un carácter fuerte pero poco versátil y es su viaje de transformación lo que da hilo a la historia.
Eddie Redmayne, por su parte, logra de manera pulida sentirse incómodo con su propio cuerpo, mostrando el dolor que implica dejar de comandar las extremidades. La mirada se vuelve un elemento clave en su performance, su rostro se torna en la única vía para comunicar expresiones. Marsh aprovecha esta habilidad del actor -para mostrar fuerza y vulnerabilidad- y acentúa el padecimiento a través de una cinematografía que se apega el punto de vista del personaje, logrando abstraer a Hawking de su mundo privado y mostrarlo a la audiencia.
El romance y el conflicto suceden con una fotografía que se pinta de un cromática distinta en cada escena, acentuando los años 60 a través de tonos pastel. Todo forma parte de una cinta que cuestiona el amor, su fuerza y necesidad. Ana Veintimilla