Un ventilador proporciona un flujo de aire fresco a la estancia. La forma esférica aísla al interior del ruido. Foto: www.mypinkadvisor.com
Una de las determinantes de existencia que tienen los hoteles es la novedad. La singularidad es uno de los anzuelos más poderosos que tienen los centros hoteleros; y tiene igual peso que otros valores como el confort, la atención personalizada, los servicios que ofrece, la calidad de la gastronomía…
Eso es, precisamente, lo que ofrece el Rêves Attrap, un hotel ‘burbuja’ emplazado en 1,5 hectáreas de pinares vecinas a Allauch y Puget, villas cercanas a Marsella Francia.
Es un nuevo concepto de camping parecido a los iglús de cristal de Finlandia, aunque en este caso se trata de burbujas.
Como explica la website de este ‘bubble hotel’, www.attrap-reves.com, el objetivo es brindar a los huéspedes la oportunidad de dormir en medio de la naturaleza, en una
amplia gama de burbujas de plástico transparente totalmente amuebladas. Cada burbuja tiene su propio acceso privado con el fin de respetar la intimidad de los demás.
Las vainas son totalmente fabricadas en plástico y también son ecológicos, ya que una vez que se desinflan se pueden eliminar por completo. Si los visitantes prefieren más privacidad, cada esfera posee un sistema de ‘cortinería’ parcial que cubre lo que se desea.
El https://www.mypinkadvisor.com explica que el diseño fue del arquitecto y diseñador francés Pierre-Stephane Dumas. El hotel se extiende en un área de 15 000 m², repartidos en tres niveles, con terrazas y rodeado de un verdadero bosque de pinos provenzales.
La idea detrás de su colección de burbujas, según www.rinconabstracto.com, era crear un complejo de ocio temporal que tuviera un menor impacto sobre el medioambiente, al tiempo que da la impresión de estar en la naturaleza.
Según Dumas, el diseño único y la geometría de las burbujas crean un efecto acústico de silenciamiento. “Los ruidos procedentes del exterior se reducen; los procedentes del interior se hacen más nítidos hacia el centro de la esfera. Este hecho hace que la gente hable en voz baja, causando una sensación de apaciguamiento favorables para una siesta”.
La instalación es rápida y fácil. Con un sistema de renovación del aire, la burbuja mantiene su forma esférica mediante la utilización de un ventilador que crea -constantemente- suave presión contra las paredes. Esta presión de aire también evita los problemas de humedad y proporciona un flujo constante de aire fresco en el interior de la burbuja.
Este espectacular hotel cuenta con numerosas ‘habitaciones redondas’, que se nombran
de manera diferente: la naturaleza, Zen, 1001 Noches, Glamour o Bubble suite.
A cualesquiera de ellas, afirma
https://es.secondglobe.com/ item, se pueden añadir un telescopio y un hidromasaje al aire libre para la relajación adicional. También se puede habilitar una mesa exterior para el servicio de alimentación.