La lucha libre es un combate interno

La interpretación actoral y los enfoques de dirección se destacan en ‘Foxcatcher’ del director Bennett Miller. Foto: outnow.ch.

La interpretación actoral y los enfoques de dirección se destacan en ‘Foxcatcher’ del director Bennett Miller. Foto: outnow.ch.

La interpretación actoral y los enfoques de dirección se destacan en ‘Foxcatcher’ del director Bennett Miller. Foto: outnow.ch.

Al entender las películas cuyas temáticas giran en torno al deporte surge la aparición de héroes o personajes inspiradores para la audiencia. Así, ‘Rocky’ se catapultó en los años 70 y bajo este lema se han premiado cintas como ‘The Fighter’.

La historia de ‘Foxcatcher’ se aparta de este esquema en el que el deporte es redención, para mostrar las consecuencias de la ambición en un mundo competitivo.

Los medallistas olímpicos Mark (Channing Tatum) y David Schultz (Mark Ruffalo) son convocados por el millonario entrenador John E. du Pont (Steve Carell) para formar parte de su equipo Foxcatcher. La meta es entrenarse para representar a
EE.UU. en los Juegos Olímpicos de 1988, en Seúl.

Desde la narrativa se puede ver el dominio del director Bennett Miller, nominado al Oscar en la categoría de dirección por esta cinta. El realizador logra distraer al público de los eventos deportivos, los elimina como grandes elementos en la historia, para darle mayor fuerza a la tensión en las relaciones entre los personajes.

El ‘biopic’ basado en la historia de los hermanos Schultz confronta el poder con el deseo de triunfar en el deporte. Para dicha representación, la labor de Miller recae en dos departamentos: cinematografía y actuación.

La dirección de foto, a cargo de Greig Fraser, es lúgubre, a pesar del ambiente de victoria que muestran los deportistas en ocasiones.

La cámara en los entrenamientos y luchas de campeonato se apega al punto de vista del personaje. A través de la cámara no se ve triunfo o derrota sino el sufrimiento en el proceso de un luchador.

Se realiza, además, un contraste en el enfoque sobre los hermanos Schultz, pues con la cámara contemplativa se construye una mirada de misterio sobre Du Pont.

El segundo acierto de Miller es la actuación de los tres personajes principales. La forma de caminar, el ejercicio vocal, el vestuario y el maquillaje esconden a Carell, tan rostro de la comedia. El único rastro que queda es su prominente nariz. El proceso de interpretación le valió una nominación a Mejor actor en los Oscar.

Carell se apropia de un personaje frío y distante, un tanto incómodo, que intenta manipular todo a su favor. Du Pont es un millonario cuyos problemas familiares afectan a su juicio sobre negocios deportivos.

Ruffalo, en cambio, se insertó en un personaje de ambiciones pequeñas, que da primacía a su familia por sobre la fama. El actor adoptó naturalmente los tics de un campeón de lucha.

La rapidez de sus movimientos, su aumento de peso y su calidad de líder en el equipo le hacen valer una nominación en los Oscar como Mejor actor de reparto. Channing Tatum no se queda atrás; su lucha interna se refleja a lo largo de la cinta. El personaje al que interpreta representa la ingenuidad y cómo esta se va a apagando poco a poco.

Miller logra ampliar el registro actoral de estos tres artistas conocidos más por su trabajo en películas de comedia y romance. Si bien es un filme enteramente dramático, a lo largo de la historia se cuelan risas del público. La tensión se disuelve cuando entra un poco de humor negro y la ironía.

‘Foxcatcher’ resulta impredecible: engancha por la tensión en la trama y las grandes interpretaciones.

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