Cambiar las bujías de un vehículo o la llanta ponchada de una bicicleta no es un trabajo exclusivo de los hombres. Ahora las mujeres realizan estas actividades sin la necesidad de recurrir a una mecánica.
Por ello, para incluir al público femenino se han creado cursos de mecánica básica. Ya sea para bicicletas o carros.
A inicios de este mes, en Quito se abrió un curso-taller teórico y práctico de mecánica elemental orientado a las mujeres. Se trata de MEM.
Ramiro Falcón es ingeniero en automotores y el encargado de impartir el taller. Menciona que esta iniciativa surgió con el objetivo de que las mujeres se volvieran más independientes y no recurrieran a otra persona para arreglar su vehículo.
El curso tiene una duración de 16 horas y se dividen en 10 horas de teoría, cinco de práctica y una de inducción. La primera fase del curso se realizó del 4 al 18 de octubre y se graduaron 12 mujeres.
El primer día, las alumnas conocen los vehículos y reciben consejos de seguridad industrial para operar los automotores y las herramientas.
Falcón señala que en el taller les enseñan a reconocer un repuesto original y uno genérico. Finalmente realizan una prueba práctica, como el cambio de pastillas de freno, de aceite y de bujías. “Es completamente falso que estas actividades solo las pueden realizar los hombres, ya que las mujeres, al tener una mayor intuición, pueden realizar un mejor trabajo”, dice Falcón.
Estos cursos son ideales para las mujeres que trabajan a diario en vehículos. Por ejemplo, Carmen maneja un taxi y muchas veces la ganancia que obtenía de su trabajo debía dejarla en la mecánica cada vez que se dañaba o que debía cambiar el filtro del aceite. Pero después de tomar las clases, ella sola ya resuelve los problemas de su vehículo.
Estas actividades, que por mucho tiempo se han considerado exclusivamente de los hombres, para muchas mujeres pueden ser un espacio de entretenimiento y aprendizaje.
Malena tiene 52 años y se graduó en la primera fase del curso. Ella tiene dos carros y ahora se encarga de su mantenimiento. Además, les enseña mecánica a sus nietos.
También hay cursos de mecánica básica de bicicletas. Desde hace cuatro años la tienda Cickla de Quito imparte este tipo de talleres. El objetivo es instruir a las personas que están empezando en el ciclismo.
David Quezada, jefe de taller del servicio técnico de la tienda Cikla, en Quito, señala que a los alumnos se les enseña el uso de herramientas básicas, el funcionamiento de la bicicleta como tal y los daños más comunes que pueden sufrir en las vías, como el pinchazo de una llanta o la rotura de cadena.
Los talleres se realizan cada dos meses. Esto depende del interés de los clientes. Además, en fechas especiales, como el Día de la Madre o de la Mujer, se dictan clases exclusivas para el público femenino.
Quezada indica que el curso dura entre dos y tres horas. Las clases son teóricas y prácticas. Durante el taller, la alumnas simulan un evento o accidente en la vía para que puedan practicar la mecánica básica con sus bicicletas y sus herramientas.
Ana Isabel Vivar, de 24 años, empezó a ciclear hace dos años. Ella ha recibido algunos ‘tips’ de mantenimiento de bicicletas en la tienda Cikla, a pesar de que nunca asistió al curso. Las técnicas de mecánica para estos vehículos le han ayudado a resolver dificultades durante las competencias.
Cuando corrió sola en Pastaza y se le rompió la cadena, ella puso en práctica los conocimientos recibidos en el taller días antes de la carrera. “Es importante que en cualquier situación una mujer sepa cómo poner una cadena o, en el peor de los casos, si se rompió un tensor cómo arreglarlo para rodar solo en una marcha”, dice Vivar.
Esta iniciativa también se ha realizado en países de la región como Uruguay. Ask Betty es un taller pintado en color violeta en el que se prestan servicios ordinarios de grúa y reparación de vehículos, como amortiguación y lavado, combinados con