Ruta de orquídeas, olores y colores

Reserva Orquídeas Pahuna, noroccidente Km. 43 vía a los Bancos. Orquídeas silvestres Foto.  Julio Estrella / El Comercio.

Reserva Orquídeas Pahuna, noroccidente Km. 43 vía a los Bancos. Orquídeas silvestres Foto. Julio Estrella / El Comercio.

En la reserva Orquídeas Pahuna (noroccidente Km. 43 vía a los Bancos) se puede apreciar la rica fauna del país. Foto: Julio Estrella / El Comercio.

Sus colores, tamaños, olores y figuras flanquean un camino de tierra que lleva a la Reserva Ecológica Pahuma, ubicada en el kilómetro 43 de la vía Calacalí-La Independencia.

Son largas o anchas, pueden ser grandes como una mano o tan o más pequeñas que una pestaña. Con sus diversas formas atraen a los insectos. “Es por eso que a las orquídeas se las conoce como las maestras del engaño o de la seducción”, dice René Lima, guía de la reserva que alberga más de 300 especies de estas plantas.

Mientras camina cerca de una pequeña cascada, el guía comenta que la época de verano es el tiempo en el cual las orquídeas germinan. Para él, estas plantas son mágicas. “Son las hadas del bosque. Se las ve enredadas en algún árbol, como si lo abrazaran. Ellas bailan, se abren, se cierran, se camuflan, se estiran...”.

Esta semana, Quito celebró la semana de las orquídeas. Esto a propósito de la gran variedad que hay en el país (4 032 especies clasificadas, de las cuales 1 710 son endémicas y más de 400 están en proceso de descripción).

Lima está al tanto y dice que Pahuma, en el Distrito Metropolitano, es parte de la ruta para conocer estas flores. El recorrido sigue y en medio de la vegetación, el guía extiende la mano, retira algunas ramas y descubre una orquídea con pétalos amarillos y sépalos rosados y alargados. Cada vez que el viento sopla con algo de fuerza, sus tres sépalos se mueven de un lado a otro, como una estilizada bailarina, que danza al ritmo del viento.

Visitar la reserva de 674 hectáreas lleva toda la mañana. Lima acompaña sus explicaciones científicas con historias de fantasía (nomos, hadas, faunos, entre otros). Todo relacionado con el bosque. Esto hace que los visitantes se despreocupen de mirar el reloj. 

Al otro lado del Distrito, en El Quinche, se ubica el Jardín Botánico Orquídeas de Sarina. Su dueña Sara Gutiérrez recolecta estas plantas desde hace 40 años. Para ella, las orquídeas son parte de su vida. Habla con ellas y siempre les lanza piropos. En su casa levantó cinco invernaderos. Cada uno de distinto tamaño. Uno de ellos es exclusivo para las orquídeas miniatura. Están en pequeñas macetas de plástico diseñadas por ella.

Pero si se quiere conocer estas flores sin salir de la urbe, el Jardín Botánico de Quito, ubicado en el parque La Carolina, en el norte, es la opción.

Este sitio es el hogar de 1 200 especies de orquídeas nativas del país. El último jueves, Emilia Mier y su hija Anahí visitaron el lugar. La pequeña de 10 años no paraba de halagar a una orquídea rojo carmesí. “Se la conoce como Drácula por su color y la semejanza que tienen sus sépalos a unos largos colmillos”, explicó el guía.  

EL DATO

En el 2013 el Ecuador fue declarado país de orquídeas.

NO OLVIDE

Cuando visite estos lugares recuerde que no puede llevarse ninguna de las especies.

Por el verano es recomendable que lleve bloqueador solar, repelente y mucha agua.

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