Un paulatino deshielo de Los Andes
El imponente volcán Cotopaxi está 5 897 m de altura. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Cuando se inauguró el refugio José Rivas (1970) ubicado a 4 800 metros del volcán Cotopaxi, el hielo llegaba hasta la puerta del lugar. La cercanía incluso permitía que el centro de acogida se provea de agua para los turistas y montañistas que llegaban.
Dos décadas después, el hielo retrocedió. Hay que caminar unos 45 minutos desde el refugio para encontrarlo. Wilson Lucio, quien trabajaba en el refugio, lo recuerda. Conforme pasa el tiempo, el lapso para pisar la nieve de la segunda elevación más grande del país se incrementa. La razón: el retroceso mundial de los glaciares por el cambio climático.
El montañista Carlos Escudero también ha notado la reducción. Desde hace 10 años trabaja como guía de los extranjeros que buscan coronar esa cumbre. Coincide con Lucio al recordar que lo que llamaba la atención de los turistas era el corto trayecto para poder tocar la nieve. Resalta que el Cotopaxi es un símbolo del país, por la forma tan simétrica.
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), la tasa de retroceso de los Andes tropicales ecuatorianos es de unos 30 metros de longitud anuales.
El inventario nacional de glaciares elaborado por ese instituto revela que hay siete cumbres con cobertura glaciar. Estas son, por orden de altura: Chimborazo (6 310 metros), Cotopaxi (5 897 m), Cayambe (5 790 m), Antisana, El Altar
(5 319 m), Los Ilinizas (5 248 m) y Carihuairazo (5 110 m).
La cobertura de hielo total de estos nevados cubría una superficie de 92 km² durante la década de los ochenta. Al 2010, esa área se redujo a 44 km².
En el caso del Cotopaxi, su superficie experimentó una pérdida de hielo de un 44% en los últimos 30 años. A la fecha, los datos proporcionados están en proceso de actualización y está previsto que el Inamhi cuente con información antes de que finalice este año.
Luis Maisincho, técnico que participó del Programa Glaciares del Ecuador del Inamhi, explica que la cumbre más estudiada en el país es el Antisana por su importancia geográfica e hídrica.
Otras, como el Cotopaxi, son difíciles de analizar, por el calor térmico. “Al ser un volcán activo perturba la señal climática”. Su reducción se ha verificado con fotogrametría y mediciones puntuales.
En contexto
La Organización de Naciones Unidas publicó un informe a principios de año en donde se detalla que la temperatura del mundo subirá unos 3 grados celsius para el 2050. Esto pone en riesgo a los glaciares, que son fuentes hídricas claves.