¿En realidad hay que esperar una hora luego de comer, para disfrutar de la piscina o ducharse? Cientìficos del Centro de Ejercicio y Ciencia de Australia se tomaron en serio la duda y realizaron varios experimentos para saber qué hay de verdad y de mentira.
Se determinó que no hay relación entre calambres o dolores abdominales en las personas que ingresar al agua luego de ingerir alimentos. Sin embargo, sí experimentaron náuseas las que tenían el estómago más lleno.
En lo que sí puede tener efecto la comida es cuando inmediatamente después se hace un ejercicio exigente como correr, jugar fútbol o si se nada pero en competencia, de forma profesional. Entonces se puede experimentar un dolor abdominal.
Además de bajar el rendimiento del deportista. También se descubrió que ingerir un jugo de frutas antes de hacer ejercicio puede provocar una hinchazón del estómago y consecuentemente también una irritación.
De ahí que se trate de un mito que un niño, por ejemplo, corra riesgo de ahogarse si luego de ingerir comida ingresa a disfrutar de una piscina. Lo que no lo librará de devolver la comida si se mueve demasiado.