Poly Ugarte dirige una fundación que lucha contra el cáncer de mama en el Ecuador. Foto: Cortesía
¿Cuál es la intención de hacer un lazo humano en la frontera con Colombia?
En el mes de marzo en homenaje a la mujer quisimos hacer el evento binacional Unidos por ti mujer Tulcán Tócate. Quisimos hacer un evento de romper fronteras, de unir las manos.Ya se lo hizo en el desierto de Sahara y pensamos ¿Por qué no hacerlo en el puente de Rumichaca?
El sábado 7 de marzo vamos a hacer ese lazo de 9:00 a 11:00 con 500 jóvenes de Colombia y Ecuador para estrechar y hacer una cruzada de amor, indicándole al mundo entero que el cáncer de mama es la primera causa de muerte de la mujer en el Ecuador y en el mundo entero, que no tiene raza, ni religión, ni edad, ya que de cada 8 ecuatorianas a una le va a dar y de cada 1 000 hombres, uno tendrá esta enfermedad.
Eso nos trae como consecuencia que hoy somos 4 000 mujeres a las que les da un tumor maligno cada año, si multiplicamos por 10, son 40 000 mujeres. Si les cortamos las manos dirían cómo han crecido las mancas, pero como es un problema que está escondido detrás de un sostén la gente no le da importancia.
También se hará exámenes de mama gratuitos el 8 de marzo, estarán oncólogos de Quito y Guayaquil y se atenderán entre 5 000 y 6 000 personas.
El lazo estará formado por jóvenes, ¿por qué se han enfocado en los eventos educativos hacia este sector de la población?
El equipo de trabajo en Tulcán entra a todas las parroquias rurales y lo que está buscando es dar 37 charlas y llegar a unas 7 000 personas para que la prevención crezca. Esto ha servido como factor multiplicador porque los jóvenes que son de colegio van a sus casas y les cuentan a sus madres y les invitan a otros eventos, como el de salud.
Los eventos educativos han permitido tener una generación de ocho años, de jóvenes que cogimos a los 14 años y hoy muchos de ellos ya son profesionales. Hemos ido sembrando la semilla para que crezca un gran árbol que hoy nos están dando frutos y estos frutos son lazos rosas porque han hecho conciencia social sobre el cáncer de mama.
Son 700 000 personas a las cuales ya hemos llegado en estos 8 años viviendo en las comunidades y conociéndolas para poder crear conciencia y precaución de que te toques, todos en las comunidades están hablando de eso y vamos rompiendo el tabú de lo que es tocarse. Pero más allá de la integración, a través de este lazo queremos tocar el corazón de los asambleístas y decirles: hay una Ley de cáncer de mama desde el año 2012 esperando entrar a segundo debate.
¿Qué se busca a través de la aprobación de esta ley?
Una política pública de prevención porque no habrá presupuesto, y ya lo estamos viendo, en muchos hospitales. Como no alcanza la plata, se atomiza la atención en los hospitales de Quito. Hay que hacer una política pública de prevención en todos los hospitales del país, esa es la primera solicitud en la ley.
Y la segunda, es la ampliación de la cobertura. Esto significa si la mujer necesita USD 6 000 y USD 1 500, que el Estado de alguna manera la ayude y no se muera por USD 4 500. Pensábamos, y ojala que la comisión de la salud la acoja de esa manera, se amplíe la ley y no solamente cubra el cáncer de mama, sino todos los canceres que se puedan prevenir. Por ejemplo, en el caso de las mujeres, el de mama primero y segundo el de útero.
En el hombre el de próstata o el cáncer de piel que se puede prevenir con charlas y que también está creciendo en el país. Así se podrá hacer una verdadera ley de prevención para que la gente no muera por esta cruel enfermedad.
Usted hablaba del tabú que significaba el cáncer de mama, ¿Se ha logrado romper con esto?
Estas cosas que integran a la sociedad, como en este caso el lazo humano, buscan crear consciencia. Apuntan a los maridos y a los hijos también para que fomenten a que las madres se hagan los exámenes y digan “me tengo que tocar”.
Hemos hecho grande logros. Hemos logrado hasta una replicación en Colombia. Traspasamos fronteras, ni siquiera hemos hecho el lazo humano y ya se replica la campaña.
En el caso del Ecuador, una generación de jóvenes ya tiene consciencia de tocarse, más mujeres jóvenes están detectándose nódulos antes de que se vuelva un tumor maligno y haciéndose ecografías mamarias y hay más mamógrafos en diferentes instituciones.
La mujer está hablando. Hay más empresas privadas vendiendo lasitos, hay carreras vestidas de rosado, en fin, hemos logrado que el país despierte ante una enfermedad que estaba oculta por vergüenza de las mujeres y que las ha llevado a no cuidarse.
¿Qué siente al ver este apoyo y el impacto que han tenido las campañas?
Este grupo de guerreras rosas que comenzamos como ocho sobrevivientes hoy son un ejército que nos acompañamos y vamos por el país. Es la demostración del amor que tenemos a nuestra causa.
Esta palabra “tocate” que en un momento era sujeto a bromas, hoy es una muestra de esperanza y de que podemos salvar la vida. Cuando veo que mi mensaje llega, que salvamos lo único que puedo decir es gracias Dios porque me diste tiempo, me diste esta enfermedad para ser la voz de los que no tienen voz, para despertar consciencia, y estoy agradecida por la gente que ayuda a desarrollar la causa, pero también se me rompe el corazón cuando veo a una mujer pobre con su seno destruido y digo: si no hay una ley de cáncer de mama que las ayude y las proteja, no nos queda más que seguir caminando