El ‘hall’ clásico con una mesa, sillas y un cuadro colonial. Foto: Cortesía Ana María Hantze
La primera impresión es la que cuenta, es un refrán popular que, en el caso del hogar, cobra categoría de axioma. Por lo que causar una buena imagen a los invitados equivale a una regla que siempre se debe guardar. En la casa, esta es causada por el recibidor, ‘hall’ o vestíbulo.
“El recibidor es un espacio que está a la entrada de una casa o un edificio y su función específica es crear una sensación de calidez y amistad”, explica el arquitecto Eduardo Vallejo.
Es muy común tener un hogar donde cada espacio tiene su respectiva decoración, explica Ana María Hanze de Doumet, gerenta propietaria de AMHA Design de Guayaquil.
Sin embargo y muchas veces, dice la diseñadora, “olvidamos la importancia que tiene la entrada de la casa, la primera carta de presentación y pieza básica que comunica el estilo de vida de la familia que se visita”.
“Si usted no posee suficiente espacio para un gran vestíbulo o hall de entrada, puede hacer una entrada para todas las cosas. Establezca su imaginación y gusto con uso correcto de colores y muebles para crear una interesante pequeña entrada”.
En ciudades como Guayaquil, donde usualmente en invierno se entra con los zapatos mojados, se puede poner alguna alfombra especial que reciba y permita ingresar bien a la casa, asevera Hanze.
En zonas como los valles aledaños a Quito se estila tener un porche de entrada, que se comunica directamente con el recibidor, asevera Vallejo.
La diseñadora indica que se puede crear la ilusión de una buena entrada con el uso de objetos que funcionan como complemento (consola, espejo, alfombra, silla o banco, mesa, perchero o lámpara colgante). Todo este equipamiento tiene un condicionante de diseño: crear un espacio único que identifique a la familia.
Otro detalle que no se piensa es el timbre, una pieza insignificante que cuando se le da un diseño o se compra un accesorio de timbre especial, diagrama ya el estilo de la casa en la que se va a entrar, según Hanze.
La iluminación complementa el espectro decorativo.
Como suelen ser espacios estrechos, alargados y sin mucha luz natural, lo ideal es colocar plafones y apliques en la pared. Y si la altura lo permite, una lámpara colgante.
En espacios grandes, la diseñadora sugiere adicionar un mueble funcional que reciba llaves, regalos, correspondencia y carteras.
Puede incluir una lámpara, algún espejo y un adorno floral. En ambientes pequeños, con una bonita alfombra es suficiente.
Hanze sugiere cuatro tipologías de decoración de recibidores: clásica, moderna, minimalista y oficina moderna. Cada una maneja colores, texturas y muebles específicos.