Tejas de concreto, una solución más barata y amigable

Las diferentes formas y las medidas más amplias que las tradicionales permiten obtener cubiertas más estéticas. Foto: Glenda Giacometi./EL COMERCIO

Las diferentes formas y las medidas más amplias que las tradicionales permiten obtener cubiertas más estéticas. Foto: Glenda Giacometi./EL COMERCIO

Las diferentes formas y las medidas más amplias que las tradicionales permiten obtener cubiertas más estéticas. Foto: Glenda Giacometi./EL COMERCIO

Las tejas que fabrica Ángel Llerena en Riobamba se venden como pan caliente. Están hechas de concreto, son livianas y pueden pintarse del color que elija el cliente, para armonizarlas con la apariencia de la fachada de una vivienda. Pero, lo mejor de todo, es que son ecológicas.

Para elaborarlas, Llerena utiliza una mínima cantidad de agua y cemento puzolánico (hecho con cal y polvo de piedra pómez).

Además, en el proceso de fabricación se economizan energía eléctrica y combustible. No requieren hornearse, se secan al sol y luego se remojan en un tanque para evitar cuarteaduras.

“Debido al riguroso proceso de fabricación, estas tejas son más resistentes que las convencionales de barro. Además, son más grandes e impermeabilizan mejor la cubierta”, explica Paúl Moreno, presidente de la Fundación Ecosur. 


Esa entidad es una Organización No Gubernamental dedicada a reducir el déficit habitacional en América Latina. Son los técnicos de esta agrupación quienes se dedican a comercializar las tejas en el país. Las ganancias se utilizan para financiar nuevos proyectos sociales. 
De hecho, fueron ellos quienes implementaron la tecnología de fabricación de las tejas en Chimborazo.

En el 2006 se asociaron con Ángel Llerena, quien se dedicaba a la fabricación de bloques y adoquines, accesorios de jardín, entre otros objetos hechos con cemento. Le capacitaron y se convirtió en su proveedor.


“Los ingenieros me explicaron cómo hacer las tejas más resistentes usando menos recursos. Me entregaron equipos y así me convertí en el primer fabricante ecológico de la provincia”, cuenta Llerena. 
Él

recibió una máquina con moldes que, al vibrar, hacen que se liberen las burbujas de aire. Así se obtienen tejas lisas y con una vida útil de al menos 50 años. Cada una cuesta USD 0,55 y mide 50 centímetros de ancho y 25 de largo, por lo que un metro cuadrado de techo puede cubrirse totalmente con solamente 12 unidades.

Este tipo de cubierta es ideal para colocarse en casas campestres o proyectos inmobiliarios urbanos. Las tejas se ubican sobre estructuras de soporte de forma piramidal o inclinado.

Al ser las tejas más livianas, el soporte donde se asentarán requiere de menos madera o metal.
Por esa razón, este producto también es apto para la restauración de inmuebles patrimoniales. “Una casa diseñada con un juego de cubiertas es ideal para recubrirse con tejas.

En el caso de los inmuebles patrimoniales es necesario analizar cada caso antes de optar por un producto, las tejas de concreto pueden usarse de acuerdo con el tipo de arquitectura de la casa”, explica el arquitecto especialista Julio Cazar. 


Ese es el efecto que esperan lograr quienes optan por esas tejas para recubrir sus edificaciones. Este tipo de cubierta, utilizado desde la época colonial, vuelve a la fachada de la casa pintoresca y con un efecto de apariencia antigua, que está de moda en Riobamba.

No olvide que...Estas tejas son inoxidables,de difícil combustión, de gran durabilidad y buena apariencia.
 Bien fijadas a la estructura de la cubierta resisten vientos huracanados y son sismorresistentes.


Poseen un muy bajo 
consumo energético, por lo que son buenas aislantes térmicas y acústicas.

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