Una lógica occidental se impuso para conformar una Alianza con el fin de atacar al grupo terrorista Estado Islámico( EI) .
La barbarie de la decapitación se mostró en la web. Las víctimas : dos periodistas, un activista social , un turista francés (en Argelia) y una oficinista en Oklahoma.
Este hecho, propiciado por la versión más descarnada del terrorismo, se comete como un acto de comunicación masiva para causar una reacción de auténtico terror.
Las imágenes reproducen los miedos ocultos de miles de ciudadanos en Estados Unidos, que tienen frescas las duras imágenes de los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York; el Pentágono, en Washington; aviones en pleno vuelo y más tarde en la estación de trenes de Atocha de Madrid o el Metro de Londres.
La ofensiva militar aliada a las ocupaciones por la fuerza de los terroristas del Estado Islámico en Siria e Iraq la encabezó Estados Unidos. A ese país se unieron Reino Unido, Francia, Alemania y Holanda, en Europa y otros países árabes no fundamentalistas.
El presidente de los Estados Unidos Barack Obama se ha visto condenado a ordenar los ataques aéreos desde barcos o aviones que se dirigen a puntos estratégicos que controlan las fuerzas de quienes buscan formar un ‘califato’. El Estado Islámico a nombre de una Yihad (Guerra Santa) quiere implantar el orden de su visión religiosa de la facción sunita e imponer normas rígidas a la población civil.
Antes, Obama buscó salir de los conflictos militares de ocupación que profundizó el presidente George W. Bush en Afganistán e Iraq, para buscar al líder de Al Qaeda y derrocar al dictador Saddam Hussein, respectivamente.
La ocupación militar de Estados Unidos en las zonas mencionadas le costó miles de vidas humanas y millones de dólares. Hoy el destino quiso que el Premio Nobel de la Paz encabece una nueva guerra. El enemigo es visible en Oriente Próximo pero invisible en aeropuertos, calles y plazas de Occidente…