La Policía se dirigió ayer a la morgue judicial después de retirar el cuerpo del fiscal Alberto Nisman quien fue encontrado muerto en su departamento. Foto: Claudio Fanchi/ AFP
La muerte del fiscal Alberto Nisman, de 51 años, pocas horas antes de revelar ante el Parlamento de Argentina detalles sobre la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por un presunto encubrimiento a terroristas, conmocionó al país y movilizó a la sociedad, que reclama la verdad sobre el caso.
Su muerte se ha convertido en uno de los sucesos más impactantes que ha sacudido a Argentina desde el retorno de la democracia y ha volcado las miradas en Fernández.
Nisman, que desde el año 2004 estaba al frente de la Unidad Fiscal Especial de investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994, fue hallado muerto ayer en el baño de su vivienda del exclusivo barrio porteño de Puerto Madero, con un tiro en la sien.
Los resultados preliminares de la autopsia apuntaron a la hipótesis de un suicidio, informó la Fiscalía al precisar que “no hubo intervención de terceras personas”.
La fiscal que lleva el caso, Viviana Fein, aclaró que Nisman murió por un solo disparo de un arma calibre 22, sin dejar cartas ni testigos del suceso. Se esperan otros exámenes para poder descartar cualquier otra hipótesis.
Irán en investigación
Ayer 19 de enero, coincidencialmente, Nisman debía comparecer ante el Congreso para explicar su denuncia contra Fernández, el canciller Héctor Timerman y otros allegados al Gobierno de haber tramado una “maniobra” para “encubrir” a Irán por su supuesta implicación en el atentado contra la AMIA en 1994.
Dos años antes, el 17 de marzo de 1992, 29 personas murieron por una explosión en la Embajada de Israel en la capital argentina.
Nisman había sido designado en 2004 por el fallecido presidente Néstor Kirchner como fiscal especial para la causa AMIA, año después de que un juicio fuera anulado por irregularidades en la investigación.
Divorciado y padre de dos hijas, Nisman interrumpió sus vacaciones en España y viajó a Argentina la semana pasada para divulgar su denuncia.
El fiscal pedía que se indagara a Fernández por supuestamente favorecer la firma en 2013 de un Memorando de Entendimiento entre Argentina e Irán para poder interrogar a los acusados en Teherán y avanzar en una causa estancada desde hace 20 años.
Además, solicitó un embargo preventivo de bienes por unos 23 millones de dólares de la Presidenta, del canciller Timerman y otros dirigentes.
El gobierno descalificó a Nisman y atribuyó su actuación a una operación de inteligencia.
Pero, ayer, la Mandataria ordenó desclasificar el material de inteligencia utilizado por Nisman para fundamentar sus acusaciones y revelar la identidad de los espías también denunciados por el fiscal.
Irán, la ‘pista Siria’, la ‘conexión local’: las hipótesis abundan para explicar los atentados cometidos en Buenos Aires en 1992 y 1994, que nunca fueron esclarecidos y se complicaron varias veces, como ayer cuando apareció muerto el fiscal de la causa.
Desde el primer minuto, la causa de la AMIA fue una maraña de pistas con una investigación permanentemente cuestionada por los familiares de las víctimas.
“Ningún gobierno, desde el presidente Carlos Menem (1989-1999) hasta los de Néstor y Cristina Kirchner, tuvieron real interés en ir hasta el hueso del asunto”, publicó el domingo Gabriel Levinas, autor de ‘Ley bajo los escombros’ (1998), horas antes de conocerse la muerte del fiscal.
Levinas agregó que “todos sabían que hacerlo los iba a enfrentar con una poderosa conexión local vinculada de manera ostensible con el encubrimiento del atentado”, incluidas fuerzas de seguridad e inteligencia.
Locura en redes sociales
En las redes sociales se multiplicaban ayer los llamados a manifestarse. Hashtag con palabras claves como #CFKAsesina se popularizaron y #MuerteDeNisman figuraba de segundo en el ‘trending topic’ mundial. La mayoría de los medios argentinos se abocó a informar casi exclusivamente sobre el caso del fiscal.
“Miedo y tristeza #NismanMuerto no creo en nada… en Argentina todo es oscuro y turbio”, escribió un usuario de Twitter.
Otros buscaron analizar con mayor distancia la situación que reinaba ayer en el país: “Las conmociones sociales sacan lo peor de la gente. Enloquecen en público sin ningún temor al ridículo. Y creen que es la actitud correcta”. “Estaría bueno tener una sociedad que repudie el uso político obvio de tragedias”, advirtió otro.
Los argentinos, conocidos por su pasión por las redes sociales, volcaron miles y miles de expresiones de estupor, dolor y preocupación por la noticia del fiscal hallado muerto.
En tiempos de Internet e hiperconexión, difícil no hacerse eco del tema que mantiene en vilo al país y trascendió las fronteras. “La gente no dice ‘se mató el fiscal’, dice ‘lo mataron’”, aseguró el periodista Jorge Lanata por radio Mitre y luego a través del canal Todo Noticias, ambos medios del Grupo Clarín enfrentados con el Gobierno.
Describió sin pudor los fantasmas que rondan en la mente de algunos. El atentado a la AMIA perpetrado el 18 de julio de 1994 fue el peor ataque terrorista que sufrió el país. Dejó 85 muertos, centenares de heridos y una herida abierta en la sociedad que la falta de justicia no permite aún cerrar.
Ese horror volvió a quedar expuesto ayer en el rostro de los argentinos. Sin las sirenas de las ambulancias, los gritos de dolor ni el polvo y aquel olor irrepetible que salía de los escombros de la AMIA, apenas dos años después de que un cochebomba hiciera explotar la Embajada de Israel en Buenos Aires, causando 29 muertes y más de 200 heridos. Pero con la certeza ayer de que en Argentina siguen ocurriendo hechos preocupantes.
Políticos opositores al Gobierno expresaron ayer sus sospechas acerca de la muerte del fiscal Nisman y convocaron a la sociedad a “movilizarse como crea conveniente” en repudio.
“Es importante que la Justicia actúe en forma independiente, rápida y contundente para decirnos qué pasó con el fiscal Nisman. Si esta muerte termina en más impunidad, es un desastre para el futuro del país”, dijo el alcalde de Buenos Aires y también precandidato presidencial, Mauricio Macri.