Gabriela Rivadeneira (centro) recorrió ayer la Universidad de las Artes en Guayaquil. Foto: Cortesía ministerio de talento humano
El objetivo es el territorio. El Gobierno y los sectores de oposición lo saben. Ya midieron fuerzas en Quito, el 17 de septiembre, y la pugna política continúa. El epicentro de esta semana es Guayaquil.
Este sábado las centrales sindicales se reunirán en el Puerto Principal, para una convención nacional. Y el oficialismo trasladó allá parte de su contingente ayer, encabezado por Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional.
Para Henry Raad, analista político, es evidente que, más allá de la pugna con el alcalde Jaime Nebot, Guayaquil es la plaza propicia para una contienda política. Sin embargo, el haberlo convertido en “un campo de batalla”, a su forma de ver, resulta incómodo y fatigante para la ciudad.
Rivadeneira arribó temprano. Le esperaba una agenda de alrededor de 10 horas. Inició con un desayuno de trabajo con los legisladores de Guayas. Una vez acordado el plan de trabajo, tuvo un conversatorio con los medios locales y la apertura de la sesión de la Comisión de Soberanía Alimentaria, sobre la Ley de Tierras, a las 09:00.
La puja entre el Gobierno y la oposición en Guayaquil no es nueva. Y se ha intensificado con el debate de las competencias de tránsito. Alcalde y Presidente no dejan pasar la oportunidad de responsabilizar el uno al otro. Incluso se añadió un elemento nuevo con la citación a Nebot para declarar en el caso Las Dolores.
El Alcalde dijo que es un error polemizar con él, porque no es ni será candidato a nada. Pero aclaró que sí es un hueso duro de roer y el presidente Rafael Correa “conmigo se va a estrellar tantas veces como quiera meterse con mi ciudad”.
Sin embargo, los actores políticos no se restringen a las instancias de gobierno. Los sindicalistas preparan su cita del sábado para consolidarse en el Puerto Principal, luego de lo que consideran una exitosa movilización del 17 de septiembre. Trabajadores, maestros, estudiantes, e incluso el movimiento indígena llegarán. Jorge Herrera, presidente de la Conaie, confirmó su asistencia al evento, en pro de la unidad.
Raad cree que el sindicalismo no es fuerte en Guayaquil, y junto con las organizaciones sociales “pasan desapercibidos”. A esto se suma la estrategia de división del Gobierno, según Eduardo Ortega, dirigente de la Unión General de Trabajadores (UGT) del Puerto. “Su presencia aquí es para disminuir fuerzas” de las otras agrupaciones, asegura.
Tres semanas después de la marcha sindical, el Mandatario anunció la retirada del proyecto de Código del Trabajo, que fue el motivo de las manifestaciones. “Ahí les queda su Código de 70 años”, sentenció. La respuesta de Ortega fue que esa no es su intención, que los trabajadores insistirán en que se dé trámite al proyecto que presentaron hace dos años.
La visita de Rivadeneira coincidió con esa premisa. Tras abrir el debate de la Ley de Tierras, que interesa a los sectores campesinos, partió, a las 11:45, a la Universidad de las Artes.
Ahí dio un discurso sobre cómo la Asamblea parió la Ley de Creación de la institución, y enseguida la transmisión del evento se cortó. Aparentemente no era necesario difundir su diálogo con los estudiantes.
La titular del Legislativo almorzó a las 13:30, con los representantes de los gobiernos locales para contarles sobre las reformas al Código de Organización Territorial. Esa es otra arista, los problemas con las autoridades de oposición, por lo que buscan fortalecer su presencia en los territorios.
Para Virgilio Hernández, asambleísta por Alianza País, Guayaquil ha sido desde siempre una prioridad en la agenda legislativa. Pero “no hay de ninguna forma una animadversión ni una dedicación especial”, aunque “siempre tenemos interés en poder desarrollar allí el mayor número de actividades”.
Ese argumento quedó demostrado por Rivadeneira, quien en la tarde continuó con su maratónica agenda, al estilo presidencial. Alrededor de las 16:15 se reunió con la comunidad Glbti. Y, media hora más tarde, con la juventud del Frente Unidos del Guayas.
Para el analista Raad no queda clara la estrategia política que el Gobierno quiere aplicar en el Puerto y podría resumirse en una cuestión de temperamento y ego. De todas formas, los motivos políticos del oficialismo se resumen en sumar respaldos en los territorios. Por eso, Rivadeneira cerró su jornada, a las 18:00, con un saludo a sus aliados de Centro Democrático, liderado por el prefecto Jimmy Jairala.