En Galápagos fueron presentadas las dos toneladas de droga incautadas por agentes de la Ulco de la Policía. Foto: Ministerio del Interior
En cinco horas se diseñó el plan para interceptar un buque pesquero cargado con droga que había zarpado desde el puerto de Manta el 15 de febrero. La Unidad de Lucha Contra el crimen Organizado (ULCO) tenía el número de personas que viajaba en la nave, el trayecto, destino y velocidad. Tres días antes de la captura, mientras la embarcación llegaba a Galápagos, en uno de los salones del Comando de Guardacostas de la Armada, en Guayaquil, investigadores ecuatorianos se reunían con un representante de los Guardacostas de EE.UU.
Los agentes de Inteligencia se contactaron con el Consulado de ese país y pidieron ayuda de uno de los nueve comandos de combate unificados del Departamento de Defensa para capturar una embarcación que se dirigiría a México.
En esa reunión se establecieron dos cosas: que la Armada del Ecuador capturaría la nave, pero si el barco pasaba a aguas internacionales la interceptación la haría EE.UU.
La mañana del sábado 21 de febrero, a 130 millas de la Isla San Cristóbal, el buque pesquero fue capturado. Nueve personas fueron detenidas y se decomisaron dos toneladas de cocaína.
En septiembre del 2014 se dio un operativo similar. 680 kilos de droga fueron hallados por los guardacostas norteamericanos en una embarcación retenida en aguas internacionales, al norte de Galápagos.
El apoyo de los Estados Unidos para enfrentar al narcotráfico lleva 30 años. A pesar de que esa nación cerró, en septiembre pasado, su oficina de cooperación antidroga en Ecuador por pedido del Gobierno, la coordinación sigue. En el caso de Galápagos hubo una intensa comunicación. Los oficiales de la ULCO detallaban por celular el avance de la nave al Comando de Guardacostas y llamaban a oficiales estadounidenses, explicó uno de los agentes. Incluso hubo comunicación vía satélite con las naves que estaban en alta mar.
La asistencia que recibe el Ecuador de la nación norteamericana no solo es para detección de droga. En el 2013, EE.UU. entregó a Ecuador casi USD 7 millones en ayuda de seguridad para capacitación técnica en mantenimiento de carros, aeronaves, seguridad y logística contra la mafia. Este dato aparece en la página del Departamento de Defensa.
Para Tania Moreno, fiscal de la Unidad en contra la delincuencia organizada y transnacional, “trabajar de forma conjunta evita impunidad”, dijo en una entrevista con este Diario.
Explica que cuando EE.UU. confisca droga que sale de Ecuador es importante recibir una muestra, para sustentar un juicio en tribunales nacionales.
El 2013 fue un año “emblemático” en tema de cooperación, pues fue la primera vez que ese país envió una muestra de un cargamento incautado en Miami, detalló la fiscal. A partir de esta investigación se realizó un operativo en el Aeropuerto de Tababela, el 9 de septiembre de ese año.Seis funcionarios de una aerolínea fueron acusados de supuestamente pertenecer a una mafia que habría exportado USD 107,5 kilos de cocaína en el equipaje de una pareja ecuatoriana. A la audiencia de formulación de cargos, en Quito, asistieron dos agentes de la DEA.
En el 2014, la Fiscalía envió 17 pedidos de asistencia penal al Departamento de Justicia de EE.UU. Uno fue por una indagación sobre tráfico de drogas y los demás son por lavado, plagio, defraudación tributaria…
En el caso del aeropuerto, para lograr la asistencia de la DEA, la fiscal viajó a Estados Unidos y se reunió con agentes de esta oficina. Ellos se comprometieron a enviar una de las maletas que tenía la droga.
La mafia que iban a capturar operaba desde el 2012 en Quito. “Ellos no improvisaron, escogieron duplicar el equipaje de unas personas de la tercera edad, viajeros frecuentes hacia los EE.UU. y que incluso tenían la doble nacionalidad”, contó Moreno. El ilícito se descubrió cuando nadie retiró ese equipaje en el aeropuerto de Miami.
Un agente de la ULCO dice que Ecuador trabaja de cerca con EE.UU. y otros países. Incluso un mes después del cierre de la oficina estadounidense contra la droga en Ecuador, el guardacostas americano USCGC Boutwell FF G-51 confiscó en aguas internacionales la embarcación de bandera ecuatoriana con 170 kilos de pasta base de cocaína con destino a México. La operación se realizó en coordinación con la DEA, quienes entregaron al Ecuador 10 paquetes de la sustancia.
En contexto
Si bien el cierre de la oficina de cooperación antidroga de EE.UU. se concretó en septiembre pasado, el anuncio de su director, William Brownfield, se produjo en abril. El ministro del Interior, José Serrano, restó importancia. “Nosotros no requerimos de dos perritos y un carrito para nuestros policías, aquí estamos comprometidos con la seguridad ciudadana de los ecuatorianos”, aseguró.