Atena tiene un “altísimo nivel de agresividad”. Por lo que debe ser sacrificada. Eso determina la prueba de temperamento practicada a la perra pitbull que atacó y mató al niño de 2 años, el sábado 28 de febrero.
El animal se encuentra desde esa fecha en las instalaciones de Urbanimal, Centro de Gestión Zoosanitario, localizado en Carapungo, en el norte de Quito. Es blanco con negro y café. Solo lo ha visto el personal de la Secretaría de Salud y de la Agencia Metropolitana de Control (AMC).
María Gabriela Larréategui, supervisora de la AMC, contó que la perra se encuentra viva. Hay un proceso que debe transcurrir antes de ser sacrificada. Explicó que los exámenes de etología, es decir de comportamiento, determinan que constituye un riesgo exponerla a otras personas. “Lo peor que pudiera ocurrir es que otra vez agreda a alguien”.
El jueves 5, especialistas del Centro de Adiestramiento Canino de la Policía Nacional le realizaron las pruebas. Se la expone a diferentes situaciones para medir sus reacciones. Usan otros canes, paraguas y hacen detonaciones. Así evalúan el nivel de nerviosismo y agresividad.
Según el informe de la AMC, a la perra le cortaron las orejas. De lo que conocieron al parecer el pequeño, de 2 años, le tocó las orejas. No se puede saber si lo hubiera atacado de la misma forma si le hubiera agarrado la cola…
El resultado de las pruebas indican que es muy agresiva, que mantuvo su cola rígida, su piel y pelaje lucieron erizados, mostraban estrés: rigidez en el cuerpo, movimientos de nariz, escondía la cola entre las extremidades y evidenció falta de sociabilidad.
A través de las redes sociales, defensores de los animales, piden que Atena no sea sacrificada. Dicen que la perra pitbull también tiene derechos y que fue una víctima más de la situación. En su llamado señalan que tiene 2 años y lucha entre la eutanasia y una nueva oportunidad.
“Es una víctima más del incidente ocurrido el 28 de febrero. Vivió en una terraza donde su única función era de cuidadora de casa, en donde no recibió atención veterinaria en todo el último año y sufrió una mutilación innecesaria de las orejas”.
Larreátegui, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control, también señaló que los dueños del animal no se han acercado a consultar cuál será el destino de Atena. Son familiares de los padres del menor, víctima de la agresión.
Los dueños de la pitbull serán sancionados porque al menos han incumplido con cuatro puntos de la Ordenanza. El animal no recibió atención veterinaria en al menos un año y no tenía sus vacunas, permanecía en un espacio inadecuado, no contaba con un collar que indique cuán agresivo es y atacó a una persona.
Cada uno de esos puntos da lugar a una multa que está entre el 45 y 90% de un salario mínimo (USD 354).
Además la Fiscalía continúa con las investigaciones de este caso, de oficio. No hay una denuncia formal pues el propietario del animal es primo del padre de la víctima, del pequeño que murió. Pero por tratarse de la muerte de un menor, el tema se investiga, según Larreátegui.
No es la primera vez que se realiza un examen etológico. Es común que el Departamento de Fauna Urbana de la Agencia lo solicite a dueños de mascotas. Eso les sirve como evidencia, para las investigaciones, tras denuncias de ataques.
En la Ordenanza 048 de tenencia, protección y control de la fauna urbana se dice que los perros de estas características deben pasar por pruebas de comportamiento. Y según el resultado utilizar un collar con una placa que determine a través de un color un rango de agresividad. No normativa no determina qué razas son peligrosas.
En la ciudad, hay más problemas ocasionados por dueños de animales, que los abandonan. En el Parque Metropolitano vive una jauría, son 14 perros divididos en dos grupos de siete. Atacan a las personas y la Agencia recibe quejas al respecto. Así lo confirmó Mauricio Montalvo, director de inspecciones.
Por eso esperan que en los próximos días se construya un espacio en donde se ubicará a los animales de mayor edad, a los otros se les buscará un lugar. Quieren que en ese espacio los perros no pasen muchos años. No es apropiado.
“No están en contacto directo con el ser humano. No pueden entrar en un proceso de adopción. Están en la zona nororiental del norte, que colinda con la vía Interoceánica”.
En La Carolina hay perros que tienen dueños. En el parque hay pequeñas construcciones, indica Montalvo, en donde habitan personas que tienen negocios en el sitio. Ellos tienen animales que dejan sueltos. Y hay grupos de personas que les llevan alimento. Los perros se juntan a estos grupos y se vuelven muy peligrosos.
“Yo también creo que la perrita es una víctima más. Pero el tema que su comportamiento ya es así. Para que sea sociable hay que criarle de esa forma, de un día a otro no cambiará”, asegura Larreátegui, la supervisora de la AMC.
Ella también se pregunta cómo los defensores de animales podrían encargarse de un animal con esas características de agresividad. Agradece la labor de Protección Animal Ecuador (PAE) porque acoge a los perros maltratados, que encuentran en sus inspecciones, cuando Urbanimal no tiene espacio. Pero no cree que haya las condiciones para no sacrificar al animal.
Montalvo señaló que hay un término de 10 días, para terminar con el período de pruebas. Este martes 10 recibieron los resultados de la evaluación realizada por la Policía Nacional.