Siete personas fueron detenidas hoy, 16 de diciembre, en España y Marruecos acusadas de formar parte de una red internacional que reclutaba y enviaba mujeres a la organización terrorista Estado Islámico (EI) para luchar en Siria e Iraq.
La operación se saldó con el arresto de tres hombres y cuatro mujeres en Barcelona (noreste), en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla -al norte de Marruecos- y en la localidad marroquí de Castillejos, según informó el Ministerio de Interior español en un comunicado.
La red habría conseguido captar hasta ahora a doce mujeres, a las que sometió a un proceso de radicalización a través de las redes sociales para integrarlas en la organización terrorista. La investigación apunta a una “red compleja” en la que cada miembro tenía un rol, informó Interior. Los dos hombres detenidos en Marruecos eran los máximos responsables de la trama. El otro varón, arrestado en España, desempeñaba el papel de facilitador.
Las cuatro detenidas, entre ellas una menor de edad, eran reclutadoras activas, “conscientemente convencidas y radicalizadas”. “Es una operación antiyihadista en cooperación con los servicios (de inteligencia) marroquíes”, destacó el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, de visita oficial en Chile.
Precisamente una de las mujeres detenidas es originaria de este país sudamericano, concretamente de la ciudad de Viña del Mar, en la región de Valparaíso, según confirmó el gobierno de Michelle Bachelet. El viceministro de Interior chileno, Mahmud Aleuy, dijo a la prensa que la joven salió de su país de origen a los 16 años. “Y no ha vuelto hasta ahora, por lo menos por las averiguaciones que hemos hecho”, explicó.
El proceso de reclutamiento de mujeres yihadistas arrancaba con la inserción de mensajes en las redes sociales en los que se insistía en la “supuesta crisis de valores existente en la sociedad occidental actual”, solo superable con “los valores del Islam”. A raíz de las respuestas, la red hacía una selección y redirigía a las mujeres captadas a foros privados en los que se les instaba a “pasar a la acción”.
El contacto personal se producía solo cuando se conseguía el reclutamiento total, antes del traslado a Siria o Irak. El perfil de las mujeres reclutadas es heterogéneo, si bien coinciden en juventud y bajas expectativas socio-laborales.
Las encargadas de captarlas les ofrecían un futuro como “guerreras yihadistas” o como protagonistas de una vida sentimental “perfecta” al lado de un “muyahidin”, según informó Interior.
En agosto se produjo en España la primera detención de mujeres relacionadas con el terrorismo yihadista. Fueron arrestadas dos, una de ellas menor de edad, cuando pretendían cruzar la frontera con Marruecos para sumarse a una red de Al Qaeda.