El Comandante Barry Wilmore sostiene el primer objeto creado con la impresora 3D de la Estación Espacial Internacional. Foto: Lanasa.net
La evolución de la impresión 3D no solo se ha concentrado en la gastronomía, medicina o arquitectura. Ahora quiere operar desde el espacio.
En noviembre del 2014, la tripulación a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) realizó su primera prueba de impresión 3D. El equipo fue fabricado por la compañía estadounidense “Made In Space” y fue realizado con la idea de que sea posible la impresión en tres dimensiones de plásticos en el espacio. Su mecanismo fue modificado para que pueda operar en condiciones distintas a la Tierra.
Sin embargo, ahora los artefactos construidos en esos experimentos están de vuelta en la Tierra, para ser analizados por la NASA. El objetivo de la agencia es evaluar qué tan efectiva es la impresión 3D en un ambiente sin gravedad, para eventualmente utilizar la técnica durante potenciales misiones que se realicen a Marte. Además de ofrecer la posibilidad de tener piezas de recambio en el espacio, sin tener que esperar a que llegue el repuesto en un cohete desde la Tierra.
Hasta donde se informó, las pruebas de impresión en tres dimensiones en la NASA estuvieron dividida en dos etapas: una primera impresión consistió en un logo para la impresora, mientras que la segunda fue una herramienta solicitada por el equipo de astronautas de la Estación Espacial Internacional.
Para ello, recibieron los planos de impresión desde la Tierra, para finalmente fabricar el equipo en el espacio. “Para la última prueba de la impresora en esta fase de operaciones, NASA quería validar el proceso de impresión bajo demanda, que será crucial en viajes más largos a Marte”, dijo Niki Werkheiser, administrador del programa de impresión 3D de la EEI al sitio de la NASA.
En la primera prueba de calibración los astronautas comprobaron que la máquina funciona sin mayores problemas en órbita, y que de hecho los hilos de plástico se adhieren mejor que en la superficie terrestre, algo que atribuyen a la diferencia de gravedad entre ambos lugares.
Los objetos resultantes de estas pruebas en estos equipos volvieron a la Tierra el pasado 10 de febrero, a bordo de la cápsula Dragon de SpaceX.
El objetivo de usar impresión 3D en misiones especiales es disminuir la carga de herramientas que se debe llevar como carga en una misión, permitiendo que si se necesita una herramienta particular, esta sea fabricada en el lugar por la propia tripulación a bordo.