¿Qué es lo primero que piensa al ver que el Defensor del Pueblo califica de ‘repugnantes’ a espacios de humor por sus mensajes discriminatorios y pide que sean eliminados?
A diferencia de Molière, Chaplin o Darío Fo, y de lo que ciertos grupos de teatro independiente intentamos, en Ecuador lo corriente es reírse y denigrar al otro, en lugar de reírse de uno mismo. Me pregunto si, al librar esa batalla en el terreno de la coerción y la macropolítica del Estado, no se afianza más al orden patriarcal generador de esa violencia. El sentido del humor de nuestro Primer Mandatario, a quien algunos mandantes no solo no cuestionan sino ante quien más bien se someten, guarda mucha relación con ese sentido de la denigración.
¿El Defensor es el llamado a defender a los grupos afectados por esas imágenes sexistas y discriminatorias?
El problema de estas cruzadas es que la línea entre justicia y puritanismo es sinuosa. Tendrán que sacar del aire a toda la programación, incluyendo a la sabatina presidencial.
¿El humor justifica el uso de estereotipos?
‘La pareja feliz’, TC Televisión y Gamatv antes que a las mal llamadas minorías denigran a la propia comedia. Es mala televisión. Su éxito es coherente con la calidad de nuestra democracia. No en balde el Cholito y el mal llamado poeta Bonafont son los interlocutores predilectos de la maquinaria publicitaria del Gobierno con los sectores populares.
¿Cómo mira la representación de minorías en producciones ecuatorianas?
Llevo años cuestionando el sentido del humor hegemónico de la TV y la sociedad ecuatorianas. Nunca he creído en la censura, sino en la creación alternativa. Y ahora temo que nuestro actual simulacro de democracia opere como un gigantesco ‘Haga negocio conmigo’, y el derecho de las minorías a no ser representadas en la lógica de TC mi canal se vuelva en el premio consuelo de la derrota y represión de las libertades civiles y del pisoteado autogobierno de los pueblos.
¿Cómo precautelar los derechos de esas minorías que dicen sentirse afectadas, como la comunidad Glbti, que pide a la Supercom que intervenga?
Con democracia, horizontalidad, más derechos y sin una Ley de Comunicación que, al no dejarnos reír del poder, es altamente discriminatoria (…) Todos somos parte de varias ‘minorías’. Una de las mías es la de padres y madres de familia agnósticos o ateos, que tenemos que calarnos la omnipresencia de la moral católica en el sistema educativo. Y que por encima de la salud pública, la libertad de la mujer o el derecho de venir al mundo como fruto del amor y el deseo, predomine la fe particular de un individuo. ¿Qué dice la Defensoría ante eso? ¿Quién nos precautela de esa abominación?
¿Las audiencias ecuatorianas se corresponden con un espectador maduro, activo, emancipado?
Hace tiempo leí preguntarse a un pensador, si la gente era realmente estúpida, dado que la televisión que vemos, incluso la de cable, lo es, y mucho. Se contestaba que no, no necesariamente. Yo estoy de acuerdo.
¿Dónde queda la libertad de la población de elegir el producto que desee?
Brecht decía: “La gente quiere lo que no necesita y necesita lo que no quiere”. Antes de esta deriva censora tampoco había libertad en Ecuador.
En una sociedad del espectáculo, donde toda actividad humana se muestra bajo esa forma, ¿cómo sopesar las subjetividades y la moral de la diversidad de la sociedad ecuatoriana?
En la dimensión más pequeña. El otro día fui a una lectura de poemas en Entelequia, un nuevo centro cultural off en Guayaquil, hecho y dirigido por gente muy joven, bastante desarticulada del sistema. Fue muy emocionante ver toda la diversidad de esas nuevas generaciones. Que luego voten por Correa o Nebot, a fin de cuentas dos caras de la misma moneda, es realmente secundario. El tema de fondo es que su deseo se dispare. En ese sentido, la comunidad Glbti ha hecho mucho por nuestra democracia, ojalá sus debates se contextualicen más y mejor.
¿Está en ciernes un escenario de censura que va más allá de lo informativo?
En ciernes no, el miedo ya nos gobierna. Por supuesto aún no en los niveles de Nicaragua, donde la utopía sandinista devino, cruelmente para mi generación, en propaganda encubridora de un régimen potencialmente de terror, donde se puede progresar económicamente, pero no contradecir y cuestionar. Pero allá vamos, precautelando nuestro bienestar en esa sociedad del cansancio descrita por el filósofo Byung-Chul Han, una donde ya no impera la enajenación del consumo, sino la autoexplotación, que ahora surge como demanda de nuestro interior. De eso se trata la actual estandarización de todos los órdenes en el capitalismo mundial integrado, del cual el socialismo del siglo XXI es uno de sus principales gendarmes.
Es actor y director de teatro. Ha sido columnista de varios medios y profesor de actuación y teatro. Actualmente es fundador y codirector de Muégano Teatro.
Sostiene que los derechos de los grupos minoritarios y vulnerables como la comunidad Glbti se protegen con más democracia y derechos, no con la censura de programas de humor, cuya calidad califica como baja.
‘La pareja feliz’, TC Televisión y Gamatv, antes que a las mal llamadas minorías, denigran a la propia comedia”.