En política, lo mismo de lo mismo
Los mismos actores en diferentes partidos. Con el mismo eslogan de sacrificio y honestidad. Preparados para hacer un buen gobierno de todos y para todos, tratan de resurgir con planteamientos mejorados, pero en el fondo, con el mismo eslogan de amor a la Patria, no superamos la inseguridad, la falta de trabajo, educación para todos; se mantienen, los subsidios, los bonos. La burocracia pasa de un jefe a otro, pero con las mismas mañas.
O sea, las mismas mentiras y con los mismos actores, pero, en diferentes partidos que se prestan por conveniencia, para justamente, resurgir y para alcanzar a través del nuevo Movimiento la vigencia política. Necesitamos personas preparadas, salidos del apoyo de una organización política en elecciones democráticas y no a dedo, con planteamientos claros, con un programa de trabajo definido y claro en búsqueda del mejoramiento del país y de su gente. Les pagan durante la campaña para que, con su presencia, sus gritos de apoyo, sus carteles y banderas le hagan ver al pueblo que cuentan con respaldo popular. Hay inversionistas con pedidos claros. Cansados de los partidos políticos se pensó que Rafael Correa era el hombre que podía llevar a un desgastado sistema de políticos que se repartían la economía del país. Pero nos resultó de esos que hacen delito de cuello blanco, el más fino que ha podido tener el Ecuador. Y lo peor en su desmedida ambición entrega el país a las mafias para el libre tráfico de la droga.
La gran mayoría no diferencia este tipo de candidatos y se van por los que les baila en la tarima, le hace chupar gratis y les engaña con rifas, regalos y caramelos. Entonces se convierten en bufones y de su boca salen expresiones que ofenden, pero que hacen reír y embelesar a la gente. Y son la gran mayoría en este país. Se necesita una persona con carisma, sea de la clase alta o de la clase popular, un hombre o mujer preparados y conocedor de la realidad de su gente y de su pueblo, para que con conocimiento de causa sepa cuál es el sendero que el país debe seguir.
Un intelectual no hace espectáculos, expone razones y procedimientos y su exposición técnica y refinada, su buen vocabulario no llega a la gente. Más les gusta el charlatán, el que usa un vocabulario popular y que hace alarde de gustarle la comida y las cosas que le gusta al pueblo.
Se quiere una persona íntegra, carismática, un líder, con personalidad, con inteligencia y conocimientos para darle a esta nación un rumbo que permita sacarla de la corrupción y limpie desde lo más alto al respetable que roba y al bufón que cobra sin hacer nada. Dios bendiga al Ecuador.
El día que en una Asamblea se decrete los requisitos para ser considerado para cualquier dignidad, ese día no habrá tantos sacrificados y mientras solo existan tres partidos políticos Conservador, Liberal e Independiente, se acabaran los movimientos políticos y los dueños de esos movimientos y mientras ya no se les tenga que reconocer o darles una partida para propaganda y les toque poner de su bolsillo. Y a los municipios, el gobierno no tenga la obligación de mantenerlos y que estos se llenen de pipones y sean controlados por una Contraloría que no controla nada. Ese día tendremos otro país. Mientras eso no suceda, no podemos esperar un mejor país. Disculpen.
Lionel Efraín Romero Reyes