En un giro inesperado tras la final de la Copa América 2024, Ramón Jesurún Franco, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), y su hijo Ramón Jamil Jesurún Saade, fueron arrestados tras protagonizar una riña en uno de los túneles del Hard Rock Stadium en Miami.
El incidente, que ocurrió después de la victoria de Argentina sobre Colombia por 1-0 el 14 de julio del 2024, ha generado una ola de incertidumbre en el ámbito futbolístico colombiano y sudamericano.
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¿Cómo empezó la riña del presidente de la Federación Colombiana de Fútbol?
La riña estalló cuando Daniel Muñoz, defensor de la selección colombiana, expulsado en el juego contra Uruguay, solicitó a Jesurún padre que bajara al campo para saludar al equipo. Así lo confirma El Tiempo de Colombia.
Al intentar acceder al túnel, ambos Jesurún se encontraron con Jakari Shaw, un guardia de seguridad del estadio, quien les pidió que esperaran.
Según el informe obtenido por El Tiempo, los Jesurún reaccionaron de manera agresiva, gritando y golpeando a Shaw y otro guardia, resultando en una confrontación física.
“El señor Jesurún Jr. se acercó agresivamente al señor Shaw y le gritó a unos centímetros del rostro. Posteriormente, lo agarró por el cuello y lo tiró al suelo, continuando con golpes y patadas”, detalla el informe. Las agresiones se produjeron frente a varios testigos, incluidos familiares y amigos de los Jesurún, lo que agravó aún más la situación.
Tras el incidente, ambos fueron esposados y trasladados a una comisaría local. La audiencia para fijar la fianza se realizó al día siguiente, donde la jueza permitió su liberación bajo fianza, generando comentarios sarcásticos entre los presentes.
¿Qué pasará con Ramón Jesurún?
Este episodio ha desatado una ola de especulaciones sobre el futuro de Jesurún como presidente de la FCF y su cargo como tercer vicepresidente de la Conmebol.
Las repercusiones también podrían afectar su capacidad para viajar a Estados Unidos, uno de los países anfitriones del Mundial 2026.
Según informaciones de El Tiempo, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos han indicado que en estos casos, las visas suelen cancelarse, prohibiendo el ingreso al país.
El silencio de la FCF ante este escándalo ha sido notable. Sin embargo, tras la publicación de la noticia, emitieron un comunicado disculpándose por el comportamiento de Jesurún, calificando sus acciones como una reacción instintiva en un “escenario desbordado”.
Jesurún, por su parte, se defendió en medios, alegando que solo se dirigía a la premiación y que fue impedido a pesar de tener una credencial VIP. Afirmó que actuó en defensa propia y que varios niños de su familia fueron afectados.
El impacto de este incidente sobre la carrera de Jesurún y la reputación de la FCF aún está por verse, pero lo que es seguro es que ha dejado una mancha indeleble en un torneo que debía celebrar el fútbol sudamericano.
