Los cortes de luz que se tuvieron en 2023 eran inevitables. También, lo son los que se tendrán desde este mes en adelante.
En las condiciones en las que está Ecuador por la severa sequía, los cortes de luz están a la vuelta de la esquina.
El Gobierno de Daniel Noboa no podrá reducir el déficit de 1 080 megavatios, para evitar los apagones. Siendo prácticos y honestos, Ecuador no tiene las condiciones para mejorar el parque eléctrico en el corto plazo.
La crisis energética no es un problema que surgió recientemente. Tiene un arrastre de casi 10 años.
Luego de la entrada en funcionamiento de la última hidroeléctrica, Coca Codo Sinclair, no ha habido inversiones de gran magnitud para ampliar la capacidad instalada y cumplir con el aumento de la demanda de luz. La capacidad instalada total del país llega a 8 938 megavatios.
¿Por qué ha pasado esto? Hay varias explicaciones. Primero y la más importante es que no se han cumplido las obras del Plan de Electrificación. Se debe agregar y dejar claro que no hay un manejo técnico de ese plan.
En 2020 debió aumentar la generación eléctrica en 200 megavatios más, mientras que al año siguiente se contemplaban 300 megavatios adicionales. Aunque, en esos dos años apenas subieron 13 megavatios.
Tampoco se ha hecho una actualización permanente del Plan de Electrificación 2018-2027. La hizo el expresidente Lenín Moreno y en este 2024, el actual mandatario Daniel Noboa.
Ese plan debe actualizarse cada dos años, para analizar cómo está la demanda y el aumento de la población. Esas actualizaciones permiten decidir técnicamente qué obras se necesitan y hacer el mantenimiento de las termoeléctricas, por ejemplo.
Por falta de mantenimiento, no tenemos la generación de más de 1 000 megavatios de las termoeléctricas.
Tampoco existe la interconexión con Perú, para poder comprar energía el vecino país. Recién se lanzó el concurso internacional para la licitación de esas obras.
El Gobierno actualizó una resolución para que las empresas pongan a funcionar sus generadores eléctricos y paliar los apagones. Sin embargo, ese sector apenas posee de 80 a 100 megavatios, según los empresarios. El Gobierno tiene otra cifra: hasta 200 megavatios. En todo caso, esa potencia no alcanza para cubrir el déficit.
El Plan de Electrificación contemplaba el funcionamiento de la hidroeléctrica Cardenillo, Toachi-Pilatón, la construcción de proyectos fotovoltaicos, pero nada de eso está cumplido.
A estas alturas, poner en marcha nuevos proyectos tomará su tiempo, porque los procesos de licitación son largos y demorados. Esas obras no se hacen en dos años.
Solo nos queda ahorrar energía, para que los cortes de luz no sean de muchas horas. Este aspecto es importante, porque hay que decir que los ecuatorianos desperdiciamos los recursos, que antes teníamos en abundancia.
En esta situación crítica vale la pena apagar lo que no se usa para pagar menos en la planilla de luz y contar con energía, para no pasar la Navidad y Fin de Año a oscuras.