Las relaciones comerciales entre Ecuador y México se mantienen, pese a la crisis diplomática entre ambas naciones. Las transacciones de productos y servicios bilaterales no han sufrido obstáculos y al parecer todo seguirá igual.
No hay un interés real de los gobiernos de llevar el impasse a ese ámbito.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, quien fue secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) hasta marzo de 2022, anunció la suspensión de relaciones en algo que ya no avanzaba: las negociaciones del tratado de libre comercio.
Ese acuerdo comercial estaba en las etapas finales, pero el Gobierno mexicano optó en diciembre de 2022 por dejarlo en suspenso alegando que existían temas delicados como camarón, banano y atún.
Los equipos negociadores ya tenían hasta el pronunciamiento del cierre del acuerdo, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador fue directo al decir que no tenía interés en avanzar.
Con eso se aplazó el ingreso de Ecuador a la Alianza del Pacífico, que era -en realidad- el principal interés ecuatoriano.
¿Quién pierde más si se frenara el intercambio comercial? Ecuador mantiene un déficit con México. Desde el 2019 hasta el 2023 se acumula un saldo en contra de 2 707 millones de dólares, según las cifras publicadas por el Ministerio de Producción de Ecuador.
Los tres principales productos de exportación ecuatorianos no petroleros (cacao, cobre y plomo y enlatados de pescado) a México sumaron 117 millones en el 2023. Los tres bienes mexicanos (medicinas, electrodomésticos y automotores) más vendidos alcanzaron los 184 millones.
La ministra de Producción, Comercio Exterior de Ecuador, Sonsoles García, está optimista en que las transacciones se mantengan sobre todo para el sector cacaotero.
La resolución del conflicto tomará su tiempo, pero se debe considerar que es necesario mantener las relaciones comerciales. Y, en el futuro, retomar las negociaciones de un acuerdo comercial para cumplir el objetivo ecuatoriano de ingresar a la Alianza del Pacífico.